Casi sin querer, la política fue girando progresivamente, fue mutando lentamente, y por esas vueltas que plantea lo electoral, casi todos los candidatos deberán responder a la agenda que propone la sociedad.
La inseguridad, la inflación y el empleo, lideran las preocupaciones de la gente. Más allá del autismo de la cúpula gobernante, que ha optado por negar la realidad, minimizar indicadores y construir un relato que tiene cada vez menos adeptos, lo cierto es que todo se hace demasiado evidente y ya son pocos los que se animan a desmentir lo que está a la vista.
Frente al inminente proceso electoral, los postulantes buscan diferentes formas de aproximarse de un modo elegante a esa lista de asuntos que la comunidad plantea como la de los grandes desafíos por enfrentar.
Los más opositores, desde la comodidad que implica esa posición, critican a mansalva a los que gobiernan por su inacción, por sus persistentes medidas inadecuadas y hasta por sus torpezas indisimulables. Continuar leyendo