Irak, Afganistán, Siria, Libia, Líbano y, más recientemente, la ciudad de París se han convertido en lugares donde se desarrolla una guerra entre grupos que responden a una unidad política creada recientemente en Medio Oriente, el Estado Islámico (EI) y los Estados nacionales que los combaten. Para algunos comentaristas, el mundo asiste a la Tercera Guerra Mundial, caracterizada por el choque de civilizaciones que había vaticinado Samuel Huntington a principios de los noventa.
Las referencias a que se asiste a la Tercera Guerra Mundial establecen una asociación directa con sus predecesoras, la Primera y la Segunda Guerras Mundiales, los conflictos totales característicos del siglo XX. Todos los contendientes esparcidos por el planeta lucharon por su propia existencia y todos sus recursos se emplearon para sostener el esfuerzo bélico. En particular, la Segunda Guerra Mundial resultó ser la más destructiva, incluyó actos de exterminio masivos y atrocidades, como las realizadas en el frente oriental, el bombardeo aéreo indiscriminado contra poblaciones civiles y su culminación con las bombas atómicas arrojadas contra Japón. Continuar leyendo