Seguramente la mayoría de los que lean esta columna tienen en su árbol familiar algún antepasado que emigró al país en búsqueda de un futuro mejor. Es sorprendente que en un país de inmigrantes se los quiera estigmatizar como causantes de la ola de delitos que presenciamos a diario en los últimos años. Más aún: si miramos más detenidamente el origen de la gran inmigración en Argentina veremos que la misma fue producto de la necesidad de mano de obra para construirla en sus años fundacionales. Continuar leyendo