Mercosur ya no se escribe con K

Hace tiempo que el Mercado Común del Sur no es una fuente de buenas noticias para los países que lo conforman. Tanto en Paraguay como en Uruguay, la mayoría de los dirigentes plantean severas críticas a las decisiones que se toman en el bloque mientras que miran con interés los movimientos de la Alianza del Pacífico. Peleas, trabas, compensaciones, desavenencias, restricciones y negociaciones que no llegan a buen puerto son una constante en este Mercosur que no le hace honor al Tratado de Asunción que le dio inicio aquel 26 de marzo de 1991, al menos en el párrafo que establece “la libre circulación de bienes, servicios y factores productivos entre países”. Un sector industrial brasileño fuerte y subvencionado que se resiste a abandonar privilegios y un gobierno argentino que profesa vagas y desordenadas ideas proteccionistas no son elementos auspiciosos para un bloque que debe reformularse o caerá indefectiblemente en el estante de los cascarones vacíos. Continuar leyendo

¿Le perdimos el miedo a la opo?

Cuando los resultados de la pasada elección parecen haber sepultado el temor que, durante 10 años, tuvieron los ciudadanos de votar alternativas al kirchnerismo, vale la pena reconocer como parte de los éxitos del modelo en materia de comunicación la capacidad del oficialismo para lograr que muchísimos argentinos consideren todo lo hecho por sus antecesores en el poder como nefasto.

Fue realmente exitosa la demonización del pasado que vino haciendo el kirchnerismo desde el inicio de su gestión. La historia argentina en su versión virtuosa sería para ellos sintetizada en unos pocos personajes: Belgrano, Rosas, Irigoyen, Perón, Néstor Kirchner y su continuación, Cristina. Esto deja implícito un segundo mensaje: el kirchnerismo sintetizaría a quienes ellos consideran el mejor radicalismo y el mejor peronismo; sería algo así como la transversalidad concentrada en un matrimonio. Habría que recordar que el “razonamiento” que se impuso, sobre todo durante el primer lustro de los gobiernos kirchneristas, fue que de no acompañar el proyecto iban a volver la inflación descontrolada del radicalismo y la corrupción desbocada del menemismo entre otros flagelos. Paradójicamente, son éstas dos de las cuestiones que actualmente más se critican del gobierno; escupir al cielo, que le dicen.

Continuar leyendo