El juez Ariel Lijo dispuso realizar una pericia contable sobre el patrimonio de Amado Boudou. No es posible investigar nada si el “investigador” no tiene toda su energía puesta en llegar a los mejores resultados posibles, como dicen, arribar a la verdad real. Si eso ocurre, es decir, si no se trabaja con amplia libertad, los resultados y conclusiones son amorfas, no dicen nada, están llenas de “ni”, de muchas dudas y pocas respuestas.
Esto ocurrió con la única pericia contable realizada en la investigación del patrimonio de los Kirchner. Ese peritaje es formalmente irreprochable, pero poco claro, amañado, nada contundente en especial respecto de Néstor Kirchner, cuya conclusión introdujo una terminología ambigua, confusa, que sirvió para que el cuestionado juez Norberto Oyarbide lo entendiera tal como deseaba hacerlo desde antes de iniciar la investigación: sobreseído.