Finalmente tendrá que asumirlo. Aunque a Jaime Durán Barba la idea lo espanta, al presidente Mauricio Macri la realidad lo va llevando hacia el ajuste tan cuestionado. No se trata de aspectos técnicos. Sobre eso ya hay profundas discrepancias dentro del propio Gobierno. Las palomas y los halcones no se ponen de acuerdo, como es costumbre.
Se trata de la gente. Se trata de los votantes de Macri. Si es cierto que los auténticos votos de Macri son los de la primera vuelta, hay un buen porcentaje que se decidió a último momento por un cambio. El cambio por un país mejor, con una macroeconomía bajo control, inserta en el concierto de las naciones y con proyectos de futuro. El populismo y la corrupción nunca más.
Aquellos votantes están esperando que se les diga la verdad de una vez por todas. Cuán profundo es el desaguisado que encontraron y hasta dónde llegará el ajuste. Planes y plazos, de eso se trata. Continuar leyendo