Los últimos indicadores oficiales del Indec sobre desocupación y pobreza contrastan de tal manera con los números de la política social del gobierno nacional, y también con la de los gobiernos locales, que no podemos hacer otra cosa que denunciarlos como datos mentirosos manipulados por el oficialismo con el fin de alimentar el tan famoso “relato K” con buenas noticias.
¿Cómo es posible que tengamos tan baja desocupación y pobreza cuando paralelamente se invierten año tras año más fondos públicos en planes sociales? Observemos que, mientras el año pasado existían 58 planes sociales diferentes que tenían como beneficiarios a 16 millones de personas por los que el Estado invertía 74 mil millones de pesos, este año los planes pasaron a ser 60 con una cobertura de 18 millones de personas y con una inversión de 120 mil millones de pesos. Esto indica que el 40% de los argentinos reciben algún tipo de ayuda social.