La baja de precios de las commodities en general y en particular la caída del valor de la soja, que perforó en el mercado mundial los US$350 por tonelada, generó un shock en Argentina, encendiendo todas las alarmas, no sólo las del campo. A estos valores, con el tipo de cambio en torno a los $8,50 por dólar, la presión fiscal, los costos internos, la inflación y la falta de previsibilidad actual, prácticamente ninguna de las actividades agrícolas darán este año rentabilidad a los productores. En el caso de la soja, sólo con buen clima, buenos campos y rendimientos superiores al promedio la producción podrá ser negocio. La baja de precios y los problemas propios de Argentina hacen que buena parte de la campaña agrícola argentina 2014/2015 sea encarada con pocas o nulas perspectivas de rentabilidad. Muchos productores dudan respecto a que sembrar. ¿Dónde quedó la renta extraordinaria de la que tanto se habló estos años? ¿Se acabó la década dorada de la soja? Continuar leyendo