El mejor alumno K de Durán Barba

Esta semana el ministro de Economía Axel Kicillof reconoció luego de mucho tiempo, en su raid de notas periodísticas, que el problema con los holdouts es un problema todavía sin resolver para el Gobierno. El candidato a diputado nacional por el Frente para la Victoria por primera vez reconoció que algo hay que pagar, pero con una cierta dosis de eufemismo. “Pagar es una trampa y no pagar nada a los holdouts es imposible”, y agregó: “Estamos trabajando en una negociación, que implica una correlación de fuerzas, como pasó con la negociación con  Repsol”.

Por primera vez menciona la palabra ‘holdouts’ para dirigirse a los acreedores en lugar de los fondos buitre como el Gobierno ha llamado siempre en forma despectiva a aquellos acreedores que no entraron en el canje I y II de la deuda. Al parecer el cambio discursivo que Jaime Durán Barba impuso a Mauricio Macri en el PRO ha generado modificaciones en el discurso de Kicillof para ganar votos. Pero quienes seguimos día al día la agenda del ministro como periodistas acreditados en su sala de prensa podemos afirmar que hace bastante tiempo Kicillof se muestra como un muy buen alumno de Durán Barba, que le ha recomendado a los dirigentes del PRO que no digan lo que van a hacer. Kicillof ha seguido esa teoría desde que entró al Palacio de Hacienda el 10 de diciembre de 2011 como viceministro. Continuar leyendo

Los modales del ministro Kicillof

La famosa frase de Néstor Kirchner “¿Qué te pasa Clarín, ¿estás nervioso?” es un buen ejemplo para comenzar esta columna. En ese caso no está dirigida al grupo dirigido por Héctor Magnetto, sino al ministro de Economía, Axel Kicillof, quien cuando lo sacan de su libreto está cerca de sufrir un ataque de nervios o de pánico.

En los últimos años del gobierno de Cristina Fernández, cuando ministros de Economía como Amado Boudou o Hernán Lorenzino anunciaban buenas noticias ante micrófonos, lucían contentos y hasta rozagantes, con ganas de hablar de los temas referidos a su cartera. Lamentablemente, este no es el caso de Kicillof, quien cuando sube al estrado para anunciar un resultado positivo como el éxito de los Precios Cuidados para bajar la inflación, se transforma ante las preguntas de los periodistas que concurren a sus conferencias de prensa. El ministro logra que estas instancias se transformen en una especie de boomerang ya que le juegan en contra por su mal humor y soberbia manifiesta. Es importante que tome conciencia del rechazo que genera frente a los periodistas que escuchamos sus palabras y luego debemos comentarlas en la prensa oral y escrita.

Es realmente sorprendente cómo la cara del joven ministro, que hasta luce simpático antes de disertar sobre el tema del día, comienza a transformarse al estilo del Mr. Hyde creado por el Dr Jekyll o el Frankenstein de Mary Shelley. Es increíble su metamorfosis cuando le cambian el libreto. No se parece en nada al profesional destacado, al joven graduado con medalla de oro en la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA y solo superado en promedio por el dirigente montonero Mario Eduardo Firmenich. En realidad, parece un chico de mal carácter, enojado y muy mal educado.

En particular el ministro se exaspera y entra en estado de shock con las preguntas de los periodistas del Grupo Clarín. En este caso le tocó a la amable profesional de Radio Mitre, Mariel Di Lenarda, quien en tono cordial solo preguntó por un tema que está en boca de todos. “¿Ministro, quería saber que pasará con el mínimo no imponible?” preguntó la cronista, desatando la ira de Kicillof. “No sé si también quiere preguntarme sobre quién ganará el Mundial 2014 de Brasil o sobre el sexo de los ángeles”, fue su respuesta. Pero no contento con ello, agredió intelectualmente a la periodista y al resto de quienes lo escuchábamos por no “no tener la capacidad de hacer preguntas con respecto al tema” y mostrando además una falta total de galantería hacia una dama que preguntaba en tono cordial y con respeto.

Kicillof aclaró que él no estaba para responder preguntas que no forman la agenda del día como lo hizo también su correcta jefa de prensa, Jessica Rey, quien debe obedecer las órdenes del ministro. La historia muestra que tanto Roberto Lavagna, la expulsada Felisa Miceli, Miguel Peirano, Martín Lousteau y hasta Carlos “El Mudo” Fernández se caracterizaron por tratar bien a los periodistas que concurren  a las conferencias enviados por sus respectivos medios. Estos a veces deben estar desde muy temprano y en muchos casos no pueden preguntar porque no entran en la short list que integran solo los primeros cinco periodistas que se anoten.

Quizas Kicillof debería manejar sus nervios en cada conferencia de prensa, o hacer una especie de media training, y ante preguntas que no están en la agenda, tratar de responderlas como han hecho siempre sus antecesores. La suba de los “Precios No Cuidados”, la baja de las tasas de interés, una futura devaluación del peso parecida a la de enero, el inminente pago al Club de París y la pelea con los Fondos buitre. Por ese motivo es probable que si Nestor Kirchner viviera, tal vez le preguntara al ministro ¿Qué te pasa Axel Kicillof,  estás nervioso?