El cepo según la definición del diccionario de la Real Academia Española “es un artefacto ideado para sujetar, retener o inmovilizar algo, o alguien, como consecuencia de alguna determinada conducta del inmovilizado, para la que ha sido ideado, y de la que deriva su forma o el estado de sujeción, la cual puede ser planificada o espontánea, incluso sorpresiva y pícara. En ese sentido expresa la Real Academia “hay, y los ha habido, de diversas clases, surgidas a raíz de las finalidades o del origen de los mismos, entre los cuales destacan aquellos que se destinaban históricamente a la tortura, o a la caza, a la seguridad de la conservación de algo”.
Aunque el ministro de Economía Axel Kicillof o el presidente del Banco Central Alejandro Vanoli nieguen la existencia del cepo lo que deberían entender y analizar son los problemas que éste genera. Kicillof afirmó que “el término cepo para describir las restricciones a la compra de divisas fue instalado con intencionalidad y que sería sensato que aquellos que hablan de levantarlo expliquen qué significa”. Además agregó que “no hay cepo cambiario porque se pagan importaciones, se giran utilidades y se vende esa moneda a la gente que quiere”. En tanto que Vanoli optó por la ironía diciendo que “el cepo es un elemento de tortura abolido por la Asamblea del año 13 y llamar a las cosas con ese nombre tiene toda una significación, que tiende a desnaturalizar cualquier intento de un Banco Central de establecer regulaciones financieras y cambiarias mínimas”. Continuar leyendo