La tecnología y el paradigma en la desintermediación de los servicios en industrias tradicionales a través de internet, como Netflix en el mercado de películas y series y Spotify en el mercado de la música, generan significativos cambios que se incluyen en lo que algunos economistas comienzan a llamar la tercera Revolución Industrial, en alusión a los cambios sociales, en tecnología y empleo que produjeron la primera Revolución Industrial de la segunda mitad del siglo XVIII y la segunda Revolución Industrial, que se inició a mediados del siglo XIX.
Esta tercera Revolución Industrial, que cumplió ya más de 25 años desde aquel 12 de marzo de 1989, cuando el equipo inglés Tim Berners-Lee publicó un documento técnico que luego se convirtió en la base teórica de internet llamada World Wide Web, se ha comenzado a extender a las ventas de servicios, lo que provocó significativos cambios en diversas industrias. Entre ellos, la reducción en los costos de intermediación, la baja en los costos de transacción, las modificaciones en las formas de empleo y la comunicación directa del cliente con el vendedor, el servicio los 365 días del año, a cualquier hora.
La llegada de Uber al mercado de taxis y remises en el mundo puede considerarse dentro de las características de los servicios que venden Netflix o Spotify, que han provocado grandes cambios a través de una empresa que vende servicios por internet. La novedad que ha generado esta tercera Revolución Industrial, con estos modelos de venta de servicios, es que se trata de mercados de competencia perfecta abiertos, transparentes y desregulados, que alientan a la libre competencia y favorecen en gran medida al consumidor a la hora de fijar el precio. Esta es una de las grandes novedades que plantean los servicios por internet. Continuar leyendo