A las 00.01 horas del día, domingo 21 de junio de 2015, coincidiendo con el Día del Padre, quedaron definidas las listas de precandidatos para las elecciones Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias que se realizarán el 9 de agosto.
Con el trascurrir de los días se irá pasando el “peine fino” para el análisis de las boletas presentadas por los distintos frentes para las diversas categorías. Allí se podrá observar el peso relativo de los distintos espacios políticos, así como las potencialidades de los candidatos y la futura posible conformación del Congreso Nacional.
Sin embargo, se pueden presentar algunas conclusiones del complejo proceso de selección de candidatos:
1) El kirchnerismo sigue manteniendo la centralidad del escenario político.
La gran novedad la aportó la incorporación de Carlos Zannini en la fórmula presidencial del Frente de la Victoria, y la salida de Florencia Randazzo como contrapeso de Daniel Scioli.
Los riesgos de dividir las candidaturas singulares frente a Mauricio Macri impulsó a unificar la fórmula presidencial, aún a riesgo de retirar a un Randazzo que no sólo había ascendido en su intención de voto en la primaria del FPV, sino quien era sentido como próximo para una parte de la militancia kirchnerista.
Queda claro, que a pesar de los 10.000 anuncios del fin de ciclo kirchnerista, el oficialismo nacional sigue mostrando vocación de poder, audacia, disposición a asumir riesgos políticos y capacidad para provocar (de paso) al antikirchnerismo.
2) La oposición política sigue siendo una constelación de pequeños planetas girando en torno a las decisiones de Cristina Fernández de Kirchner.
En efecto, quienes intentan asumir la conducción política del país desplazando al kirchnerismo del poder, mostraron, en términos generales, confusión, comedias de enredos, decisiones de último momento, candidatos que se conocieron para la foto, en definitiva una falta general de liderazgo y voluntad de confrontar con autoridad a la Presidenta.
Sin interés de establecer un gran “acuerdo nacional”, entre Macri y Massa, el primero se inclinó por Gabriela Michetti como candidata a vicepresidente a último momento, luego de una serie de discusiones conocidas a través de versiones, y las insólitas presiones del ya famoso “círculo rojo”. Massa, luego de jugar al misterio y a la sorpresa con el fin de superar las deserciones de parte de su espacio, pero finalmente se inclinó, para completar su boleta, por un dirigente salteño desconocido para el gran público.
Las idas y venidas de muchos políticos (especialmente de los intendentes del Conurbano bonaerense) entre el massismo, el macrismo y el kirchnerismo, más allá de hilaridad que causa, requiere un llamado a la reflexión sobre la vulnerabilidad de las identidades políticas de nuestros días.
3) Por lo dicho, la discusión actual se traslada velozmente a la futura duplicidad entre quien tiene alta probabilidad de asumir la primera magistratura el 10 de diciembre y entre quién lidera el espacio político kirchnerista.
La discusiones en la semana sobre la posible conformación del gabinete de Scioli confirman esto. Cómo alinear dos formas superpuestas de poder será un rompedero de cabezas a partir del 10 de diciembre, y pondrá en juego la innegable muñeca de Daniel Scioli, y su vocación de tiempista político.
4) Que la Presidenta no ocupe ningún cargo electivo, como se había especulado en los últimos tiempos, muestra dos elementos: su convicción de poder conducir el próximo proceso político, y su deseo de evitar polarizar la elección en torno a su figura.
El primer elemento se observa en la conformación de las listas a diputados del FPV. Allí si bien conviven distintos espacios del kirchnerismo y el sciolismo, las boletas más emblemáticas son lideradas por nuevas figuras surgidas del riñón k. De esta forma, Eduardo “Wado” de Pedro, encabezando la lista de diputados en la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof en la ciudad de Buenos Aires y por supuesto Máximo Kirchner por Santa Cruz, entre otros, cristalizan esta nueva realidad.
Luego, una presencia rutilante de la presidenta encabezando la lista del Parlasur hubiera impulsado la polarización total de la elección en torno a su figura. Tal como queda planteado el escenario ahora, los matices superan el espíritu plebiscitario de su potencial candidatura.
5) Como queda planteado el escenario político, las PASO pierden peso específico. Dos elecciones prácticamente calcadas no ayuda a cumplir el objetivo de acercar la política a la sociedad, finalidad esencial de las primarias.
Sin mediar cambios a posteriori de la presentación de las listas, una de las internas más inesperada se dará en la provincia de Buenos Aires donde Aníbal Fernández y Martín Sabbatella se enfrentarán en las PASO del FPV a Julián Domínguez y Fernando Espinoza. Sin dudas será una batalla demás interesante.
En definitiva esta etapa del proceso político finaliza con menos lustre que el esperado, donde la sociedad fue más espectador que actor. Ahora comienza la real campaña para conquistar la voluntad de los argentinos.