En 1985 Antonio Cafiero se presenta en las elecciones a diputados nacionales por fuera de las estructuras del peronismo copadas en aquel momento por Herminio Iglesias y por la ortodoxia. En pleno auge del alfonsinismo, Cafiero saca en la Provincia de Buenos Aires el 27%, perdiendo las elecciones contra la UCR que supera el 41%, pero le gana al Frente Justicialista de Liberación que apenas araña un 10%. Dos años después, en 1987, Cafiero sería electo gobernador de la provincia empujando el declive del gobierno de Raúl Alfonsín, pero un año después perdería una histórica interna con Carlos Menem que cambiaría al país para siempre.
Veintiocho años después, Sergio Massa se ilusiona con superar aquella histórica performance de la “cafieradora”. La conexión entre ambos acontecimientos es el Frente Renovador, estructura que Antonio Cafiero construyó para destrabar al peronismo bloqueado por la muerte de su líder en 1974 y desde donde Massa se propone destronar al kirchnerismo.