Rechazo el plan kirchnerista para implantar un nuevo impuesto a la llamada “renta financiera” para las personas físicas por ser fiscalmente negativo e inservible, políticamente demagógico y de efectos recesivos sobre la economía. El proyecto no ha sido pensado debidamente y en este error de política tributaria se anota también el diputado Alfonso Prat-Gay que hace rato viene insistiendo con este tema que, de llevarse a la práctica, no generará los efectos deseados.
Por “renta financiera” suelen abarcarse dos hechos diferentes. Por una parte, los rendimientos de los depósitos a plazo fijo y los que corresponden a los títulos públicos. Por la otra, las ganancias de capital resultantes de la compra-venta de acciones y bonos como así también de bienes inmuebles o muebles si se quisieran incluir en el concepto.