Una falsa paz

No hay duda de que se trata de un triunfo de Irán, su más importante victoria en 35 años de renacimiento musulmán chiíta. El tratado firmado con Estados Unidos y Europa nominalmente es de limitación para su desarrollo nuclear con fines bélicos. En la realidad de la política es para fabricar la bomba atómica con destino a destruir a Israel. El presidente Barack Obama tomó la decisión de arreglar con los ayatollahs entre finales de 2012 y principios de 2013, casualmente en el mismo momento en que también firmaba acuerdo Cristina Kirchner por el atentado a la AMIA.

Debe quedar claro políticamente desde hoy que hacia el pasado todo el daño terrorista de Irán queda borrado. Han jugado bien contra Occidente, tienen estudiada su psicología y saben que con lo único que cede el mundo libre en esta etapa histórica de cobardía y retroceso es parecer un peligro mundial, no presentarse como país bueno y pacifista. Quienes quieran leer política real deben registrar cómo funciona, las cosas se ganan de mala manera, jamás obedeciendo al establishment. Es decir, el terrorismo es un legítimo y eficiente método político que cuando se presenta en su verdadera dimensión extrema hasta deja de ser considerado ilegal y violatorio de los derechos humanos. Continuar leyendo

Por qué contra Francia

Una vez más, la tendencia general en el mundo libre es a malinterpretar la esencia y el alcance del atentado fundamentalista islámico perpetrado en París este miércoles contra la revista Charlie Hebdo que arrojó una docena de muertos, heridos y una tremenda humillación moral para la libertad y la democracia. Las declaraciones de los gobiernos de las principales potencias, la reacción del periodismo mundial y la actitud mayoritaria de la opinión pública en las redes sociales, se centraliza en razonamientos típicamente occidentales sobre la libertad de prensa que, de repente, es agredida por semejante clase de intolerantes capaces de matar sin compasión a periodistas y a empleados inocentes de una sala de redacción. Esta visión y el repudio por la agresión es un hecho comprensible, pero presentados de este modo, ingenuo y limitado, desde el enfoque y valores de un habitante de Europa o Estados Unidos, impide entender el por qué del accionar terrorista, por qué esta modalidad operativa aquí y ahora, por qué Francia, y además no ayuda a encontrar la salida a la guerra en curso de desarrollo y que se insiste en negar desde la comodidad y desesperación pacifista a cualquier precio, tanto europea como norteamericana.  Continuar leyendo