De repente una serie de preocupaciones médicas han surgido alrededor de la presidente. No se trata de inquietudes derivadas de complicaciones físicas. Todas esas turbulencias apuntan al estado emocional de la señora de Kirchner. El ex gobernador y candidato santafecino Hermes Binner, que es médico, dijo que necesitamos “una presidente equilibrada” y que si este es el tono con que nos vamos a manejar los dos años que faltan hasta 2015, “es para preocuparse”.
Mi colega Nelson Castro, también médico y neurólogo, confirmó que los médicos presidenciales “están preocupados” por la actual situación de la presidente. Desde la pantalla le diagnosticó el “síndrome de Hubris” por el cual las personas enfermas de poder tienen una visión desvirtuada de la realidad y tienden a creer que son el centro del Universo, con toda la razón y ningún defecto o equivocación. Nelson dijo que los médicos no necesitan una consulta para advertir esos rasgos; que con sólo ver a las personas que padecen el mal se dan cuenta de que han caído en él.