Parece mentira pero, de repente, en la Argentina se pasó a discutir la posibilidad de que uno de los más encumbrados personajes del gobierno haya mandado a matar a tres personas. No sé si tomamos verdadera dimensión del hecho (porque la tendencia a naturalizar realidades horribles se ha hecho algo común en la Argentina) pero estamos hablando de la planificación y ejecución de un triple asesinato.
Hay dos testimonios que coinciden en que alguien apodado “la morsa” fue quien dio la orden de las ejecuciones y, a su vez, hay otros indicios que coinciden en señalar que “la morsa” es Aníbal Fernández.
El jefe de gabinete, actual precandidato a gobernador por Buenos Aires, ex senador por el oficialismo y ex ministro de justicia y seguridad, dijo que todo es una maniobra de sus adversarios en las elecciones, es decir el presidente de la Cámara de Diputados, Julián Domínguez. La presidente mandó secretamente a callar a Fernández para que no siguiera con esas conjeturas públicas, pero el ministro no le hizo caso. Continuar leyendo