Todos creemos que el día que el actual gobierno ceda el mando al nuevo podremos respirar aliviados, pensamos que llegará ese “por fin se terminó”; sin embargo, será en ese preciso instante en donde todo comenzará.
Este gobierno ha tenido, hay que reconocerlo, una increíble capacidad para contener a todos los estamentos sociales, dándoles al menos algo de lo que necesitan (o quieren) para aplacarlos y serenarlos. Durante estos once años ha sabido negociar con todo el mundo oportunamente, ha abierto de a un frente por vez y ha sabido fustigar con todas sus fuerzas ese frente. Y con esa habilidad ha logrado navegar diversas tormentas y seguramente llegará intacto para entregar el mando a su sucesor. Más allá de las discrepancias que yo tenga con el kirchnerismo, debo reconocerle este gran mérito. Y a raíz de esto no puedo evitar preguntarme si quien venga después tendrá esta capacidad de surcar tormentas. Continuar leyendo