El sobredimensionamiento de los recursos es un gran mal para cualquier organización. Cuando uno dispone de mucho más de lo necesario, comienzan a aparecer vicios y desaciertos que infligen un gran daño a cualquier organización. Esta situación no suele darse en las empresas, porque la lógica de la utilidad fomenta siempre la reducción de costos innecesarios, pero sí se da en todas aquellas organizaciones que no persiguen el lucro como su principal objetivo. El Estado es el caso más paradigmático de una estructura que cuenta con un exceso de recursos para la tarea que realiza.
El concepto de costo, que se utiliza siempre en el ámbito empresario, es perfectamente aplicable a todos los ámbitos de la vida y de las organizaciones. Hablando ampliamente, el costo está asociado a todas las erogaciones que se realizan. La izquierda utiliza el concepto de costo como chicana, haciéndonos creer que sólo los liberales acérrimos consideran al salario un costo. Conceptualmente hablando lo son, porque son erogaciones, en una empresa, en el Estado, en Alemania y en Tanzania. Continuar leyendo