Si alguna causa ha gozado de un consenso prácticamente unánime en estos años, ésa ha sido la de las familias que buscan a sus niños –hijos, nietos, sobrinos- robados durante la dictadura, tras nacer en cautiverio o ser secuestrados juntos con sus padres.
El siniestro crimen que estuvo en el origen de estas apropiaciones hace imperativa la restitución de identidad, incluso más allá de la voluntad –definitiva o pasajera- de la propia persona robada.
Es por eso que, a pesar de la excesiva partidización de algunas de sus referentes en la última década, la causa de las Abuelas de Plaza de Mayo sigue gozando de un amplísimo apoyo.
Sin embargo, en las últimas semanas, se está difundiendo un spot televisivo que la desvirtúa.