El kirchnerismo siempre va por más. No conforme con haber acentuado la degradación del secundario con los planes Fines y Progresar, ahora se concentra en la primaria.
Aunque los problemas de la educación no empezaron ahora, este Gobierno los profundiza con entusiasmo. Eligió perversamente el Día del Maestro para exhibir su demagogia educativa. Una que ya viene practicando hace tiempo. Ahora sólo la pone en letras de molde, como le gusta decir a Cristina Fernández de Kirchner.