Seguramente Boca, sus jugadores, simpatizantes y autoridades, sentirán que no merecen esta sanción; o, mejor dicho, pensarán en la mala suerte que han tenido, ¿acaso los de River no pegaron tantas patadas en tal o tal partido? ¿Acaso no hay barrabravas en prácticamente todos los grandes clubes?
En cuanto a los demás equipos, no deberían regodearse en la sanción a Boca, porque todos son responsables de la degradación del espíritu deportivo.
Merecida o no, suficiente o insuficiente: lo importante es que se vea este episodio como un límite. Continuar leyendo