Las sociedades más evolucionadas son aquellas que tienen un estrecho vínculo con la lectura, en las que el acceso a la información de diversa índole penetra en todas y cada una de las capas sociales, para convertir a sus habitantes en ciudadanos. Los libros son vectores de conocimiento y sus autores, la reserva intelectual de un país.
La Feria del Libro que acaba de comenzar es una de esas oportunidades para generar, mediante el hábito de la lectura, el pensamiento y la curiosidad, enlaces más estrechos entre nosotros y espacios para dialogar y encontrarnos, en el marco de ideas disímiles con un amplio soporte de reflexiones y discernimientos. Este tipo de acontecimientos promueven círculos virtuosos que alimentan nuestra forma de entender la realidad y nuestro civismo. Son instancias que debemos aprovechar para estimular la tolerancia y la armonía social, para reafirmar que es a través de la palabra que se resuelven nuestras diferencias y se sustancian nuestras coincidencias. Continuar leyendo