En las últimas semanas hemos sido espectadores de un sinfín de protestas cuya violencia nos sorprende: desde los saqueos que se iniciaron en Córdoba y que ahora se repiten a todo lo largo de nuestro país a la marcha de la FUBA, hay un factor en común.
Mucho se puede decir sobre lo que ha pasado en esta década. Los analistas hoy se desgarran las vestiduras sobre la situación económica a la que nos ha empujado el kirchnerismo. Sin embargo, el mayor déficit de estos años, la mayor pérdida no es económica y tampoco política: es la ausencia de respeto a la ley.