Dólar futuro: materia judiciable

Frente a la imputación que recibieron ex miembros del Poder Ejecutivo y la propia ex Presidente respecto de los contratos de dólar futuro que vendió el Banco Central (BCRA), se utiliza como respuesta para descartarlas que esas son decisiones de política monetaria no judiciables. Eso simplemente no es cierto.

El BCRA puede realizar operaciones de mercado, pero su carta orgánica establece que deben hacerse en condiciones y precios de mercado. Los contratos de dólar futuro se hicieron a precios menores a los que en ese mismo momento se negociaba el dólar bolsa o el contado con liquidación; los contratos en el mercado local se vendían a precios menores a los que contratos parecidos (no idénticos) se vendían en otras plazas, como Nueva York. Las decisiones de política monetaria que toma el BCRA deben hacerse dentro de los límites de su carta orgánica, nunca en violación de este documento.

El mejor ejemplo de que no eran condiciones de mercado es que el BCRA terminó siendo el único oferente de dólar futuro en el Rofex. ¿Qué transparencia y nivel de competencia tiene un mercado donde hay solo un oferente? Para que el BCRA pudiera emitir toda la cantidad de contratos de dólar futuro que quisiera, el Directorio del Rofex tuvo que flexibilizar las normas del mercado dos veces. Primero, aumentó el límite de contratos que podía emitir el BCRA, luego directamente le quitó cualquier límite, para permitir que fuera virtualmente el único oferente. Continuar leyendo

El problema es la competitividad

El problema no es la energía, el turismo, los autos o los ahorros en dólares, el problema es la competitividad

Desde hace ya varios años nuestra moneda se está devaluando aceleradamente respecto a la gran mayoría de los bienes. Uno de los pocos grupos de bienes frente a los cuales “menos” se devaluó nuestra moneda son las divisas. Como la sociedad percibe relativamente mas baratas y seguras a las divisas, quien puede, trata lógicamente de comprar el bien más barato y más seguro. Primero el gobierno intentó no sincerar el tipo de cambio (ajuste por precio), y se vio obligado a implementar el cepo cambiario (ajuste por cantidades), y como es su costumbre trató de buscar la culpa en otro lado. Ahora decidió ajustar de manera más acelerada el tipo de cambio nominal, pero en la medida que no resuelva el excedente de pesos de nuestra economía, el gobierno corre el riesgo de que devaluaciones nominales no se reflejen en mejoras del tipo de cambio real.

En lugar de reconocer que hay un problema con el tipo de cambio, el gobierno buscó culpables en quienes quieren ahorrar en dólares, en las importaciones de energía, en el turismo, en las compras por internet o en los autos importados. La propia presidenta instaló, por ejemplo el “problema” de las importaciones de energía en una apertura de sesiones ordinarias del Congreso. Muchos sectores opositores también atribuyen a la energía el problema de la caída de las reservas.

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