Muchas veces escuchamos dos afirmaciones que son tan ciertas como aparentemente contrapuestas. Por un lado, que el Banco Central de la República Argentina (BCRA) debería ser independiente, lo cual tiene mucho sentido. Por otro lado, que el BCRA no puede ser una isla y que tiene que coordinar su política con la implementada por el Poder Ejecutivo Nacional (PEN), lo cual también tiene mucha lógica.
En rigor, no hay tal contradicción y ambas objetivos pueden lograrse simultáneamente.
Cuando alguien se refiere a que el BCRA debe ser independiente, lo afirma en relación con el PEN y no con todos los poderes del Estado. Un BCRA independiente del PEN impide que este último financie parte de los gastos del Estado con el impuesto inflacionario. El PEN sólo puede cobrar los tributos aprobados por el Congreso Nacional, pero si vía el BCRA puede aumentar la oferta monetaria sin respaldo, está cobrando un impuesto sin autorización legislativa.
La inflación es un impuesto a la tenencia de pesos. Si al Gobierno no le alcanzan los recursos genuinos (recaudación más endeudamiento), aumenta la oferta monetaria (imprime pesos) y así cubre sus erogaciones. El problema es que si para esos pesos emitidos no hay demanda, el valor del peso cae, es decir, que para comprar cualquier bien necesitamos más pesos que antes, porque el peso vale menos. Eso es, en términos coloquiales, la inflación. Continuar leyendo