En fútbol los clubes compiten por diferentes copas, en el campo de la política los equipos económicos de los candidatos se disputan en la retórica la Copa Inflación primavera-verano en ciernes de las próximas elecciones nacionales. De esta manera, se prepara la pluma con la que se escribirán los números de la economía que viene en las acciones de campaña.
De acuerdo con las mediciones del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), la inflación en el mes de agosto fue 1,2 % y la interanual 14,7 %, mientras que para la medición realizada por el Congreso, las cifras promedio fueron de 2,17 % y 26,6 %, respectivamente. Atrás quedaron los debates sobre las diferencias en las mediciones y ahora el fragor del debate comienza a depositarse en cómo disminuir no sólo la brecha, sino la inflación real que padecen todos los argentinos.
En la agenda de bolsillo de los votantes la inflación es un tema cándido que la semana pasada comenzó a mostrar sus primeras aristas de definición. En este contexto, carece de valor el presupuesto proyectado por la actual cartera de Economía presidida por Axel Kicillof, que prevé un crecimiento del PBI del 3 %, un dólar promedio de $ 10,60 y una inflación del 14,5 %. Es decir, el Gobierno saliente dice con total precisión “nominal” lo que a los pretendientes a ser la gestión entrante les cuesta definir y asegurar. Continuar leyendo