El mejor homenaje es trabajar para abrir el diálogo bilateral

La reciente decisión de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner de elevar a nivel de Secretaría de Estado a la Cuestión de las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur y los espacios marítimos circundantes del Atlántico Sur, pone de relieve la importancia estratégica que tiene esta cuestión en la política exterior de la República Argentina.

El desafío principal de la nueva Secretaría es profundizar el importante trabajo que venía desarrollando la Cancillería en los últimos años. Este objetivo exige avanzar en tres direcciones simultáneamente. En primer lugar, continuar ampliando a través del trabajo diplomático el consenso internacional respecto de la necesidad de reanudar las negociaciones bilaterales con el Reino Unido en los términos planteados por la Resolución 2065 (XX) de la Asamblea General de las Naciones Unidas. Esta resolución es muy clara en lo que respecta a caracterizar la Cuestión Malvinas como un caso especial y particular de descolonización que involucra una disputa de soberanía entre la Argentina y el Reino Unido, que debe ser resuelta mediante negociaciones bilaterales entre las partes.

La actitud del Gobierno argentino y el trabajo de su Cancillería han logrado posicionar esta cuestión como una causa regional y ha concitado también el respaldo de muchas otras regiones y países del mundo. De esta manera, a las declaraciones en respaldo de los legítimos derechos de soberanía de la República Argentina emitidas por el Mercosur, la Unasur, el ALBA, la CELAC y los 54 países de África (a través de la Cumbre América del Sur-África), cabe sumar los pronunciamientos a favor de la reanudación de las negociaciones de soberanía de la Organización de Estados Americanos (OEA), las Cumbres de Países Sudamericanos y países Árabes (ASPA) y el Grupo de los 77 más China, lo que ilustra el respaldo a nuestra posición de la amplia mayoría de los países que integran las Naciones Unidas.

Cabe señalar que el cumplimiento de lo dispuesto por la Resolución 2065 (XX) no implica ignorar los intereses de los habitantes de las islas en las negociaciones de soberanía: la propia resolución señala que los intereses de los isleños deben ser tenidos en cuenta en las negociaciones bilaterales y la cláusula transitoria primera de la Constitución Nacional, a su vez, exige el respeto por su modo de vida. Por ejemplo, entre 1968 y 1982, con el desarrollo de las negociaciones bilaterales sobre soberanía con el Reino Unido, la Argentina presentó y negoció un conjunto de salvaguardias y garantías que contemplaban los intereses de los isleños; asimismo se adoptaron entendimientos provisorios bajo salvaguardia de soberanía que permitieron a los habitantes de las islas acceder a los beneficios de un vínculo más estrecho con la Argentina continental.

No obstante ello, de ninguna manera quienes actualmente viven en las islas conforman un pueblo colonizado. Por el contrario, la presencia de la población británica en nuestro territorio es producto de la actitud colonialista del Reino Unido, que ocupó militarmente las islas en 1833 y desplazó a la población argentina que allí residía.

En segundo lugar, la nueva Secretaría viene profundizando el trabajo en defensa de los recursos naturales con el objetivo de impedir que lo que pertenece a los 40.000.000 de argentinos sea apropiado ilegalmente por el Reino Unido. En este aspecto, recientemente se han logrado importantes avances en el ámbito legislativo a partir de la modificación de la Ley de Hidrocarburos a fin de incorporar un tipo penal específico, que regula la responsabilidad penal en que incurrirán las personas físicas y jurídicas que, sin la autorización del organismo competente, desarrollen actividades de exploración o explotación de hidrocarburos en el lecho o en el subsuelo de la plataforma continental argentina. También ha sido un paso adelante en este sentido la modificación de la normativa en materia de pesca, que permite sancionar a empresas vinculadas directa o indirectamente con aquellas que pescan ilegalmente en espacios marítimos circundantes a las Islas Malvinas.

La explotación y exploración de los recursos naturales desempeña un papel fundamental en la disputa, ya que no nos cabe duda que son los intereses económicos, junto con la necesidad de contar con una poderosa base militar en el Atlántico Sur y afianzar territorialmente sus aspiraciones sobre la Antártida y el control del pasaje bioceánico, las verdaderas razones por las cuales el Reino Unido pretende mantener su presencia en la región.

Por otra parte, uno de los pilares de la política de esta Cancillería hacia el Atlántico Sur es el de desarrollo -en coordinación con otros ministerios- de iniciativas de investigación científica a fin de consolidar la presencia argentina en el área y profundizar el conocimiento como parte de las políticas de conservación y manejo de los recursos naturales. En esta dirección, pueden mencionarse la realización en 2013 de una expedición a las Islas Georgias en el marco de la Convención para la Conservación de los Recursos Vivos Marinos Antárticos (CCRVMA) a cargo del buque Dr. Eduardo L. Holmberg del INIDEP y la creación por ley del Área Marina Protegida Namuncurá-Banco Burdwood.

Por último, la Secretaría trabajará fuertemente en consolidar la Cuestión Malvinas como política de Estado convocando a todas las fuerzas políticas y sociales a coincidir en el reclamo en el contexto de la “Declaración de Ushuaia”, acordada y votada unánimemente por ambas Cámaras en el año 2012. Uno de los aspectos centrales de esta declaración recoge la trayectoria de la democracia argentina de los últimos 30 años en cuanto a la decisión de que la única vía posible para la recuperación del ejercicio de la soberanía en las Islas Malvinas, Georgias del Sur, Sandwich del Sur y los espacios marítimos circundantes es por medios pacíficos y de conformidad con el derecho internacional. De ninguna manera puede tener éxito una política hacia la recuperación de las islas que sea concebida como patrimonio de un solo gobierno, partido o sector social.

Esta perspectiva también exige promover y articular las múltiples acciones que la sociedad argentina a través de sus organizaciones realiza para mantener presente en la conciencia colectiva el reclamo. Al mismo tiempo es necesario realizar un trabajo conjunto con el sistema educativo para garantizar la presencia de esta problemática en los programas escolares que permiten formar a las nuevas generaciones, tal como lo plantea la Ley de Educación Nacional aprobada en el año 2006.

Esta conmemoración del Día del Veterano y de los Caídos en la Guerra Malvinas acontece en un contexto donde la situación internacional una vez más ha colocado en evidencia el diferente estándar con el que actúa el Reino Unido con el objetivo de perpetuar su posición colonialista. En este sentido, vale la pena analizar cómo se posicionó el Reino Unido ante situaciones coloniales en las que estaba involucrado el principio de libre determinación de los pueblos: por ejemplo, de las resoluciones los 15 territorios actualmente bajo análisis del Comité Especial de Descolonización de la ONU (excluyendo Gibraltar y Malvinas) el Reino Unido negó su apoyo al 88% de las resoluciones que fueron adoptadas; a su vez, en el caso de las ex colonias británicas que hoy integran el Comité como estados independientes, el Reino Unido no apoyó ninguna de las resoluciones adoptadas por la Asamblea General en base a las recomendaciones del Comité. La Argentina, en cambio, siempre ha apoyado el reclamo de los pueblos que procuran su independencia desprendiéndose de la dominación colonial.

La conmemoración del 2 de abril nos une a los argentinos en el homenaje y reconocimiento a quienes combatieron por la recuperación del ejercicio de nuestra soberanía en las Malvinas, especialmente a quienes valerosamente dejaron su vida por esta causa. La memoria colectiva juega un papel sustantivo en este reconocimiento. Pero al mismo tiempo sabemos que el mejor homenaje que podemos rendirles, es seguir trabajando todos juntos para lograr, siempre de la mano de la paz, la reanudación de las negociaciones de soberanía con el Reino Unido que nos permita que “la hermanita perdida vuelva a casa”.