Este año solo 2 provincias estarán por encima de los 190 días de clases propuestos en el calendario oficial y muy pocas alcanzarán el piso de 180 días que exige cumplir la ley 25.864. Para lograrlo, la misma ley en su artículo 2° indica que cada jurisdicción deberá tomar las medidas necesarias para recuperar los días perdidos. Esta norma, que se sancionó hace 10 años, fue celebrada en el discurso oficial como un logro de la gestión, pero la realidad muestra que no se cumple.
Existen casos como la Provincia de Buenos Aires que este año promediará unos 20 días menos de clases que la Ciudad de Buenos Aires, distrito con el que comparte alumnos y docentes en el área metropolitana. A esto, deberíamos agregar los días que perdieron aquellos alumnos que asisten a escuelas en municipios afectados por las inundaciones. A su vez, las provincias de Río Negro, Mendoza, Entre Ríos, Neuquén y Salta, también, perdieron días por conflictos gremiales, el caso más grave fue la situación en la provincia del Chaco, donde más de la mitad de los alumnos perdió entre 45 y 50 jornadas.
La ley tiene un objetivo que no da lugar a interpretaciones ambiguas: se deben recuperar los días perdidos para igualar las posibilidades educativas de todos los alumnos del país. Continuar leyendo