Los feriados de carnaval permitieron dos días de quietud del dólar paralelo en la City y los diarios dejaron de hablar por esos días de la inflación y de los controles de precios.
Sin embargo, el desbarajuste de las finanzas públicas y el desborde monetario consecuente hacen que esos fenómenos lejos de diluirse se potencien en perspectiva, excepto que se opte por un cambio de estilo y de equipo que reconstruya la confianza de los agentes económicos.