Ahora, cien mil fiscales del gasto

El Gobierno ha anunciado que practicará una auditoría externa (las internas se han desmantelado) en todas las áreas de la administración pública para determinar el estado de situación en el que asume la gestión nacional. Sigue aquí la sugerencia que en su momento realizara el talentoso economista Roberto Cachanosky, con todo tino.

Una auditoría, en el caso del Estado, debería conllevar dos aspectos completamente distintos. Uno es la verificación de todas las normas del manejo presupuestario, las partidas, su ejecución, los diferentes puntos de cumplimiento legal que se requieren de los funcionarios en cada estamento estatal. Ciertamente eso es necesario y probablemente se encuentren irregularidades de diversa importancia, algunas graves y hasta punibles.

El otro aspecto es más parecido al de cualquier empresa privada. El análisis de cada contratación, licitación o acuerdo y los respectivos cumplimientos de las normas de adjudicación. Posteriormente, el estudio del desarrollo de esos contratos, cumplimiento, litigios, demandas, pagos y otras eventualidades. Por supuesto que desde el origen la comparación de precios es fundamental.

En un rubro aparte colocaremos a las tercerizaciones, en cualquiera de sus formatos y en cualquier tipo de prestaciones que se realicen. Este apartado requiere un largo comentario que haremos más adelante. Continuar leyendo

Con dos misiones y una visión

El nuevo Presidente asume su cargo con dos grandes misiones y una visión. La primera misión es la de recrear el espíritu y el sistema republicanos. Nadie puede seriamente negar esta necesidad clave. Aun si no lograse más que eso en su gestión que terminará el 9 de diciembre de 2019 a las 24, habría cumplido.

La Justicia, pese a todas sus imperfecciones legales y humanas, logró salvar al país de graves riesgos, no muy diferentes a los que soporta Venezuela. Habrá que reconocer la valentía de muchos que en condiciones dificilísimas defendieron principios, libertades y derechos que garantiza la Constitución Nacional. No estaríamos hoy dando la bienvenida a nuevos gobiernos sin ese coraje.

Ese poder merece ser reforzado para garantizar todavía más su independencia, su calidad y su probidad. Redundaría un detalle de las medidas que es tarea gubernamental confeccionar, estudiar, proponer y transformar en ley y hasta en reforma constitucional. Sobran ideas valiosas.

Dentro de esa misión, habrá que incluir la demorada ley de coparticipación, o su eliminación, como muchos proponen. Biunívocamente, es ineludible revisar el sistema rentístico nacional, una tarea potencialmente revolucionaria en sí misma.

El reciente fallo de la Corte y el previsible manoseo de Cristina Fernández con su decreto sólo ponen en evidencia lo importante que resulta no dejar semejante tema en manos del capricho de cualquiera. Como tampoco en manos de un presidente con su chequera de decretos de necesidad y urgencia (DNU). Continuar leyendo