Para entender la situación de Grecia hay que partir de la base que desde su incorporación al Euro ha tenido innumerables dificultades para impulsar su economía; y por más préstamos blandos e inversión en infraestructura que ha tenido no ha logrado ensamblarse adecuadamente al resto de las economías europeas.
Desempleo, sindicatos, pensiones, tamaño del estado, productividad, etc., han sido los temas de agenda de los gobiernos griegos en los últimos años. Pero la fortaleza del Euro, útil para Alemania, ha ido socavando las posibilidades de competir de Grecia y ha afectado el flujo de ingresos por turismo.
El candidato oficial a la presidencia, el ex comisario europeo Stavros Damis, fracasó en su intento por acceder al poder. En la tercera y última vuelta de la elección presidencial, Dimas obtuvo 168 votos, 12 menos que la mayoría necesaria (de 180) para ser elegido.
Alexis Tsipras, dirigente del partido de izquierda radical Syriza, y el favorito en las encuestas, proclama terminar con las políticas de austeridad que impone la troika para seguir financiando el déficit y refinanciando su deuda. Es decir, desandar las medidas de ajuste que les han impuesto el BCE y el FMI. Continuar leyendo