Los países emergentes se encuentran vulnerables en la actual coyuntura, pero vayamos descartando otro Efecto Tequila tal como ocurrió en diciembre de 2004. La coyuntura y los Fundamentals son diametralmente opuestos.
La Reserva Federal fue tanteando a los mercados sin dar un mensaje explícito para evitar una salida masiva de capitales de los mercados. Pero las ventas masivas de acciones y bonos a posteriori no se hicieron esperar. Pudo haber sido peor, pero quizás lo peor esté por venir. Y hace ya algo más de un mes que existe una verdadera corrección en los precios de los activos riesgosos y no riesgosos que ha traído al recuerdo de algunos inversores imágenes de un freno abrupto en los flujos de capital (el denominado “suden-stop”) hacia los mercados emergentes. De ocurrir, esto afectaría el crecimiento y la cuenta corriente de ese grupo de países que en los últimos cinco años fueron los encargados de traccionar el crecimiento mundial, explicando tres cuartas partes de la recuperación en el PBI global.