El aumento de las tarifas en los servicios públicos del área metropolitana generó muchas discusiones. Discusiones, inclusive, entre quienes viven en otras provincias y los que vivimos en esa área. Pero hay un tema que nos preocupa y mucho a quienes nos dedicamos a la gestión cultural de los espacios de participación, producción y promoción de la cultura.
Teatros independientes, centros culturales no gubernamentales y barriales, librerías no comerciales, espacios todos que desarrollan propuestas novedosas, proyectos emergentes, comunitarios, con bajo o nulo apoyo estatal, han sufrido enormes aumentos en sus tarifas de luz que hacen peligrar la continuidad de sus propuestas, sus trabajos y sus emprendimientos.
La cultura es un derecho humano básico, es una herramienta que genera inclusión y también ayuda a mejorar la calidad de vida de nuestra sociedad. Construye ciudadanía. Y lo hacen las políticas públicas, pero cada vez más los emprendimientos colectivos que se van construyendo en las ciudades.
Estos espacios han transformado la ciudad, generaron valor, empleo, integración y atracción turística. A su alrededor se fueron construyendo también espacios gastronómicos, de diseño, de otras actividades vinculadas al ocio. Continuar leyendo