Las señales son todas positivas : el Grupo de los 77+China presentó un proyecto en la ONU para “ elaborar, mediante un proceso de negociaciones intergubernamentales, un marco jurídico multilateral para los procesos de reestructuración de deuda soberana”. Se fija un plazo indicativo de “un año” para “sentar las bases de una Convención Internacional que fije el procedimiento y el porcentaje que tornará obligatoria dicha restructuración” para todos los acreedores.
Por supuesto, no habla de “los buitres” ni del desconocimiento de sentencias firmes ni de la posibilidad de eludirlas por canje de títulos con cambio de domicilios de pago.