La Educación Pública de Calidad es uno de los objetivos que más lejos se encuentra de ser cumplido en la Provincia. El paro docente, que el Gobierno no atendió antes para garantizar el inicio de clases y que este viernes cumple su octavo día, es nada más que la punta de un gran iceberg que el ejecutivo bonaerense no resuelve.
En los discursos oficiales se sostienen las banderas de la igualdad y la inclusión educativa, pero hoy en el marco de la lucha de los maestros se revela un escenario educativo que expulsa y excluye del Derecho Social a la Educación a una gran mayoría de niños, niñas y adolescentes de la Provincia de Buenos Aires. Observamos claramente que quienes pueden pagar las cuotas de una escuela privada son los que ejercen el derecho de asistir a clases, aprender y socializarse, mientras que quienes no tienen dinero, tampoco tienen educación. Así, este gobierno posiciona la Educación como un instrumento que provoca y profundiza las desigualdades sociales.