…y no le dio miedo

La semana pasada en este mismo espacio decía que yo conozco la maldad de la Peste roja y cada día y con cada crimen me doy cuenta de cuán abyecta y gigantesca es.

Este pasado jueves reeditaron la farsa diabólica donde se pretende mostrar los actos de una justicia inexistente y en la etapa conclusiva del juicio que se le siguió a Leopoldo López, el gran líder opositor, sacaron sus hordas, su versión criolla de las Brigadas de Acción Rápida de la Cuba de los tiranos Castro para amedrentar y sembrar terror en una población que necesitan paralizada y sumisa.

Esas hordas apuntalan a una Peste que ya no es mayoría pero conserva  sociópatas peligrosísimos que solo piensan en agredir y matar y para los que el resentimiento es su alimento y su enfermiza incondicionalidad su fuente de ingresos. Gozan también de brazos armados en las fuerzas militares y policiales que responden a sus órdenes.

Lo veo y me digo ¡Pobre Venezuela…! Y es que la Peste roja en algún tiempo se irá, pero queda un pueblo al que han bestializado, quitado principios y valores y enseñado a odiar y mientras más se tarde en dejar el Poder, peor será esa masa embrutecida, prostituida y sin valores de ningún tipo más allá de la sumisión a los Capos mayores.

Esos seres bestializados ese jueves se preocuparon de cobrarse una vida y golpear con saña a bastantes ciudadanos, entre ellos Manuela Bolívar, candidata de Voluntad Popular -partido de Leopoldo López- a la Asamblea Nacional por el estado Miranda y además hija de un político cuya especialidad es no molestar a esta tiranía roja. Tanto se especializa en ello Didalco Antonio Bolívar Graterol, que ni una palabra ha dicho sobre la brutalidad infame contra su propia hija, mostrándose el perfecto lacayo de una tiranía roja, corrupta y asesina.

Ese mismo día el señor Horacio Blanco, también militante de Voluntad Popular, luego de ser golpeado murió de un infarto en la calle. Es difícil salir ileso de estas emboscadas ejecutada por tarifados del régimen a los que cancerberas brutales como  Jacqueline Faría, una prospera castrochavista que no considera malo ser rica ella ni su compinche Jorge Rodríguez y mucho menos la familia de “Maduros frutos y avispadas Flores” ni ningún jerarca colorado, temprano convocó vía Twitter a concentrarse cerca del tribunal para exigir que se condenara a Leopoldo López bajo los parámetros de esa babosa y sanguinolenta actividad perversa que esos transgresores llaman  “Hacer justicia”.

Total apreciados lectores que nuevamente la mayoría de ciudadanos honestos que a duras penas sobrevivimos en esta guarida que es Venezuela, estuvimos en vilo desde la mañana hasta tarde en la noche.  En vilo porque siempre pervive la esperanza y por eso se piensa que no todos sean tan crápulas y emerja entre el estiércol la dignidad.

Twitter y algunos medios extranjeros a los que todavía tenemos acceso nos iban informando, también el diario El Nacional. El monopolio hegemónico de la prensa oficialista por supuesto nada decía de lo que en los alrededores del Palacio de Injusticias sucedía ni tampoco daba cabida a la diversidad de opiniones que para ellos es causal de largas y duras condenas…

Pasaban las horas y con ellas crecía la angustia que por distintas perversiones se ha convertido en parte de la vida de los venezolanos. Un Leopoldo enérgico, incapaz de mostrar flaquezas le dijo a esa mujer que ahora sabemos una más de los jueces de la infamia: “…si salgo libre hoy, lo primero que haré será ir a mi casa a abrazar a mis hijos, decirle a Manuela que cumplí con mi promesa de volver antes de su cumpleaños, pedirle matrimonio de nuevo a Lilian y salir a abrazar a mis hermanos de Voluntad Popular”.

No lo logró… Esa juez Barreiros dejó clara su rastrera sumisión, esa que vemos en su rostro cortesano fotografiada con el capitán del mazo. Esa que con su hacer ha dejado más clara aún la condición honesta de María de Lourdes Afiuni.

Leopoldo continuaba su defensa por una acusación que a quienes habría que hacer, es a la Faria, a Ameliach, a Diosdado Cabello expertos en incitar el odio y convocar a matar…

Leopoldo gallardo le dijo a esa mujer: “Si me condena le va a dar más miedo a usted leer la sentencia que a mi recibirla porque usted sabe que soy inocente”.

Muy tarde me enteré que no tuvo miedo… y que las hienas en manada no lo sienten.

Como el padre de Leopoldo yo le pido a Dios vivir lo suficiente para ver el destino que le depara a la jueza Susana Barreiros, a sus amos, a esa Peste que ha envilecido pueblo e instituciones

Dilma Rousseff, cómplice del régimen de Maduro

La semana pasada fue noticia el viajecito que Diosdado Cabello, el indiciado capitán presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, se mandó por Brasil para cerrar nuevos negocios que sin dudas complacen a ese corrupto Partido de los Trabajadores y a sus tan cuestionados líderes Lula Da Silva y Dilma Rousseff.

Conocido de todos es el cúmulo de transgresiones y escándalos que llevó al gobierno de ese país Inacio Lula da Silva y ha continuado su sucesora. Corruptelas que por supuesto también han signado las negociaciones y contratos que Hugo Chávez, a cambio del incondicional apoyo del gobierno primero de Lula y posteriormente de la Rousseff, pacto y repartió con empresas brasileras siempre cercanas a estos personajes y que como pudimos constatar con el viaje reciente de Cabello siguen los herederos del militar golpista, que llegó al poder para saquear a Venezuela y beneficiar a todo extranjero que dance al ritmo de ambición de eternidad, fraudes, componendas e ilícitos.

Justo días después del paseíllo de Cabello por Sao Paulo y Brasilia, y luego de 24 horas del ataque a la delegación de senadores que trataron de visitar Venezuela y constatar por ellos mismos la terrible situación de los presos políticos, autoridades judiciales de Brasil confirmaron la detención de Marcelo Odebrecht y Otávio Azevedo, acusados de fraude en licitaciones y formación de cartel. Estos dos, que han multiplicado de manera inconmensurable sus fortunas con contratos en Venezuela, presiden respectivamente Odebrecht y Andrade Gutierrez, dos empresarios extranjeros que por lustros han disfrutado de asignaciones a dedo de grandes negocios en Venezuela y ojalá que alguna vez podamos conocer el entramado delincuencial que los chavistas junto con ellos estructuraron.

Todo esto y más es lo que nos permite entender la actitud de la presidenta de Brasil, que vuelve a demostrar su complicidad con el régimen castrocomunista que mantiene a Venezuela entre la mentira y el miedo. Izquierda canalla adueñada del poder en muchos países de esta América, donde desde el resentimiento y el odio eligen a favoritos del diablo, que convierten en políticas los más abyectos crímenes y las más grotescas corruptelas…

Dilma Rousseff, mostrándose tal cual es al apoyar la agresión que una neotiranía castrocomunista le hace a la comitiva de senadores brasileños integrada por Aécio Neves (senador y excandidato a la presidencia de Brasil), Aloysio Nunes Ferreira (presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores), Cássio Cunha Lima, José Agripino, Ronaldo Caiado, Ricardo Ferraço, José Medeiros y Sérgio Petecão.

Sin un vestigio de disimulo esta mujer, con un prontuario de violencia delictiva, ataca a los senadores brasileños que han pretendido visitar a los políticos opositores venezolanos, presos de Maduro y su banda; demócratas a los que tilda “de responsables de actos violentos ocurridos en Venezuela en el año 2014″, y asegura que todos sus coterráneos agredidos e impedidos de visitar a Leopoldo López, Antonio Ledezma y Daniel Ceballos “han cometido una afrenta a la soberanía venezolana y han llenado de vergüenza a Brasil”.

Y en vista de que esta mujer tiene la osadía de tildar a honorables venezolanos de delincuentes que según ella realizaron llamados a la violencia durante protestas opositoras contra el gobierno de Maduro y provocaron 43 muertes en las “guarimbas”, me voy a permitir aquí recordar quién es ella, con su pasado terrorista y para muchos una asesina y una asaltante de bancos.

Dilma Rousseff, activista de Revolucionaria Palmares o VAR-Palmares, uno de los principales grupos armados de la década de los años 60 en Brasil y que asesinó a muchos brasileños inocentes. La misma que el 18 de julio de 1969 planeó y participó en el robo de una caja fuerte del gobernador de São Paulo Adhemar Barros que contenía 2,5 millones de dólares. Asaltante que utilizaba distintos alias: Estela, Luísa y Vanda, y que cree que ser presidenta de Brasil le borró su ficha criminal y tiene patente de corso para tildar de delincuentes a honorables políticos de Venezuela.

Tomaré lo dicho ya por el senador Aécio Neves días después de las elecciones donde fue reelecta Rousseff, para concluir que no podemos los venezolanos probos esperar solidaridad “de ese grupo político que está en el poder y es socio de una organización delictiva que se instaló en el seno de muchas empresas brasileñas”.

El bravo pueblo enfrentado a la Cubazuela corrompida

Un gris y anodino funcionario, de los tantos que rodearon a Chávez en sus 14 años en el poder, es hoy el carnicero sanguinario que desde la demencia que le causa su desesperación por permanecer donde sus amos los tiranos cubanos le colocaron, y está matando a jóvenes que con coraje le adversan. Ya no es Caracas solamente la ejemplarizante, es la tierra andina con sus recios montañeses indomables frente a la tiranía del otrora chofer de autobús convertido en autócrata por la dudosa lucidez de un moribundo que recibía en su bruma medicamentosa también órdenes de esas hienas que desde hace 55 años esclavizan y hambrean a Cuba y corrompen con su odio a toda América.

Tampoco es la bien llamada “Tierra de sol amada”, ese lar zuliano que ha parido por igual próceres libertarios y poetas. No es la tierra larense con sus crepúsculos que enamoran y su música que fascina… No es el centro bravío donde nació Venezuela… Tampoco las provincias orientales llenas de corajudos hombres en pareja con las mujeres tradicionalmente heroicas. Es Venezuela toda, Patria mancillada que despierta con la ira que sacude verla convertida en lupanar donde delinquen por igual gobierno y hampa porque en resumen de cuentas, son lo mismo. Es la ira de sabernos invadidos de chulos de una izquierda que agrupa asesinos, ladrones, resentidos, cínicos y los ha convertido en las figuras de un sub continente que perdió su latinidad para emerger como América Letrina, ladina y vergonzante con sus delincuentes trastocados en Jefes de Estado y sus pobres pueblos engañados pero felices siendo explotados por los favoritos del diablo.

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