Y en el 2016 ¡Milico a tu cuartel!

Ya han transcurrido tres semanas de ese triunfo extraordinario de la civilidad sobre el militarismo salvaje. Triunfo que debemos administrar con inteligencia, con serenidad y firmeza. Triunfo que nos exige más que nunca hablar claro y no quedarnos como convidados de piedra en una obra magna donde casi 8 millones de venezolanos con pequeñas papeletas de votación gritamos ¡Basta!

Y es que si algo debe impulsar este pasado 6D es quitarles a los militares la arrogante creencia de que les tenemos miedo y que la civilidad está supeditada a su barbarie armada. Los militares a los cuarteles es una proclama inaplazable por necesaria. El gobierno debe ser civil. Ya está bueno de altaneros troperos creyéndose dueños de Venezuela. Ya está bueno que muchos civiles -unos por cálculos miedosos y otros por cálculos indignos- estén desgañitándose en loas a un grupo militar que pasará a la historia republicana de Venezuela como el más abyecto. Como grandes traidores y muchos, delictuosos integrantes de una banda hamponil.

17 años de tragedia tienen padres. No se generaron en un laboratorio. Son producto de la apatía, del conformismo, de la complicidad. Y no callaré tampoco ahora que mi contento es grande porque creo que esos -que mucho hemos denunciado y combatido- han recibido por fin un ¡Tatequieto! Yo he apostado desde siempre por Venezuela y veo lo que si se maneja con inteligencia, será el final del Chavismo con Chávez y sin Chávez, porque con él y sin él es la misma letrina. La misma comparsa de chulos, pseudo opositores, hampones de franelas rojas y hampones de camisa cara.

Por eso, unos días después del 6D, a las preguntas que me hizo un colega periodista para su análisis sobre los sucesos electorales, mis respuestas llevaron el mismo estilo con el que he hablado y hablaré siempre.

Me dijo: ¿Cuál es la razón por la que el ejército se negó a obedecer la orden desesperada de Maduro?

Aclarándole previamente que esa versión de cuento para niños no me va, y aclarándole también que respondería desde lo que creo supuestos negados, las razones pueden ser varias… una de ellas, que después de haber convertido el estamento militar en brazo armado del castrochavismo, de haber aceptado complacidos la invasión cubana en cuarteles e instituciones militares, en registros y notarías públicas, en ministerios y hasta en el propio Palacio de Miraflores, en el cual Raúl Castro tuvo la descarada osadía de montar consejos de ministros como el de abril de 2010 donde honores al invasor fueron rendidos por esa legión indigna de uniformados tanto al dictador cubano como a sus ministros y altos jerarcas, sopesaron y prefieren comenzar a lavar sus sucias caras…

¿Y me voy a olvidar de esto y los voy a hacer mis héroes? Pues no. Escucho aún  el grito ¡Fuerza armada Chavista, revolucionaria y anti imperialista!, el ¡Patria Socialismo o Muerte!

¡No! más bien se me parecen  a las legendarias ratas de las naves hundiéndose y sus desesperados abandonos…

Y siguió mi colega con sus preguntas, una: ¿Es esto el final del chavismo?

Y le aclaré que decir el final es muy apresurado y muy altanero. Creo que es sí, la confirmación de que hay un pueblo que se hartó de mentiras y robos, y otro que gusta de apoyos remunerados y al terminarse la plata por la ruina del estado, producto del saqueo rojo, no les motivó más el cuento de la “Revolución bonita” y menos aquel slogan de “Con hambre y sin empleo yo con Chávez me resteo…”

Es muy complicada la realidad sociopolítica que ha dejado este tiempo de arengas violentas, de desmontaje de leyes, de impunidad a cambio de apoyos… Es también complicado hoy, imaginar que en esa desbandada roja, haya propósito de enmienda y mucho menos contrición de corazón… Por eso es más que sensato dar tiempo antes de responder de manera axiomática.

Preguntó también mi colega si veo riesgo aún de golpe de Estado… y le respondí que yo no lo creo… Pero siempre puede haber en un militarote rojo ese corazoncito golpista y esas ganas de ser un nuevo caudillo. Sin embargo, reitero: ¡No lo creo! Además, enriquecidos como están muchos, pueden pensar que es mejor cargar la lana, quedarse con ella, y no ganarse la fama que a todas todas es y sería muy mala.

Y otra incógnita ¿Saldrán a la luz pruebas que demuestren al mundo el intento de fraude de última hora de los chavistas y del plante militar a Maduro?

Le comento a él y a todos mis lectores que de hecho ya está más que confirmada la intención… pero dicen que no tuvo apoyo de los que en ese momento prefirieron la “Institucionalidad” algo que se habían saltado a la torera por años. ¡Pero vamos, nunca es tarde! y si sumamos a esto el desnude del narcotráfico en las filas del régimen,  las consecuencias legales a nivel internacional, también frenan cualquier mal pensamiento… El supuesto “Cartel de los Soles” debe estar más preocupado por no llegar a cambiar el uniforme, las medallas y charreteras por un overall color naranja…

Por eso, desde aquí pido con fe que el 2016 sea el año del rescate de nuestras libertades en una Venezuela con democracia real. El año donde impongamos que lo más sano es decir con fuerza ciudadana y civilismo: ¡Milico a tu cuartel!

…y no le dio miedo

La semana pasada en este mismo espacio decía que yo conozco la maldad de la Peste roja y cada día y con cada crimen me doy cuenta de cuán abyecta y gigantesca es.

Este pasado jueves reeditaron la farsa diabólica donde se pretende mostrar los actos de una justicia inexistente y en la etapa conclusiva del juicio que se le siguió a Leopoldo López, el gran líder opositor, sacaron sus hordas, su versión criolla de las Brigadas de Acción Rápida de la Cuba de los tiranos Castro para amedrentar y sembrar terror en una población que necesitan paralizada y sumisa.

Esas hordas apuntalan a una Peste que ya no es mayoría pero conserva  sociópatas peligrosísimos que solo piensan en agredir y matar y para los que el resentimiento es su alimento y su enfermiza incondicionalidad su fuente de ingresos. Gozan también de brazos armados en las fuerzas militares y policiales que responden a sus órdenes.

Lo veo y me digo ¡Pobre Venezuela…! Y es que la Peste roja en algún tiempo se irá, pero queda un pueblo al que han bestializado, quitado principios y valores y enseñado a odiar y mientras más se tarde en dejar el Poder, peor será esa masa embrutecida, prostituida y sin valores de ningún tipo más allá de la sumisión a los Capos mayores.

Esos seres bestializados ese jueves se preocuparon de cobrarse una vida y golpear con saña a bastantes ciudadanos, entre ellos Manuela Bolívar, candidata de Voluntad Popular -partido de Leopoldo López- a la Asamblea Nacional por el estado Miranda y además hija de un político cuya especialidad es no molestar a esta tiranía roja. Tanto se especializa en ello Didalco Antonio Bolívar Graterol, que ni una palabra ha dicho sobre la brutalidad infame contra su propia hija, mostrándose el perfecto lacayo de una tiranía roja, corrupta y asesina.

Ese mismo día el señor Horacio Blanco, también militante de Voluntad Popular, luego de ser golpeado murió de un infarto en la calle. Es difícil salir ileso de estas emboscadas ejecutada por tarifados del régimen a los que cancerberas brutales como  Jacqueline Faría, una prospera castrochavista que no considera malo ser rica ella ni su compinche Jorge Rodríguez y mucho menos la familia de “Maduros frutos y avispadas Flores” ni ningún jerarca colorado, temprano convocó vía Twitter a concentrarse cerca del tribunal para exigir que se condenara a Leopoldo López bajo los parámetros de esa babosa y sanguinolenta actividad perversa que esos transgresores llaman  “Hacer justicia”.

Total apreciados lectores que nuevamente la mayoría de ciudadanos honestos que a duras penas sobrevivimos en esta guarida que es Venezuela, estuvimos en vilo desde la mañana hasta tarde en la noche.  En vilo porque siempre pervive la esperanza y por eso se piensa que no todos sean tan crápulas y emerja entre el estiércol la dignidad.

Twitter y algunos medios extranjeros a los que todavía tenemos acceso nos iban informando, también el diario El Nacional. El monopolio hegemónico de la prensa oficialista por supuesto nada decía de lo que en los alrededores del Palacio de Injusticias sucedía ni tampoco daba cabida a la diversidad de opiniones que para ellos es causal de largas y duras condenas…

Pasaban las horas y con ellas crecía la angustia que por distintas perversiones se ha convertido en parte de la vida de los venezolanos. Un Leopoldo enérgico, incapaz de mostrar flaquezas le dijo a esa mujer que ahora sabemos una más de los jueces de la infamia: “…si salgo libre hoy, lo primero que haré será ir a mi casa a abrazar a mis hijos, decirle a Manuela que cumplí con mi promesa de volver antes de su cumpleaños, pedirle matrimonio de nuevo a Lilian y salir a abrazar a mis hermanos de Voluntad Popular”.

No lo logró… Esa juez Barreiros dejó clara su rastrera sumisión, esa que vemos en su rostro cortesano fotografiada con el capitán del mazo. Esa que con su hacer ha dejado más clara aún la condición honesta de María de Lourdes Afiuni.

Leopoldo continuaba su defensa por una acusación que a quienes habría que hacer, es a la Faria, a Ameliach, a Diosdado Cabello expertos en incitar el odio y convocar a matar…

Leopoldo gallardo le dijo a esa mujer: “Si me condena le va a dar más miedo a usted leer la sentencia que a mi recibirla porque usted sabe que soy inocente”.

Muy tarde me enteré que no tuvo miedo… y que las hienas en manada no lo sienten.

Como el padre de Leopoldo yo le pido a Dios vivir lo suficiente para ver el destino que le depara a la jueza Susana Barreiros, a sus amos, a esa Peste que ha envilecido pueblo e instituciones

De ciudadanos a víctimas

Para cualquier venezolano medianamente lúcido hablar de ciudadanía es estulticia… Esa condición la perdimos cuando en 1998 un tropero golpista infame, junto con su horda de malandros rojos, llegó al poder.

Verdaderamente debemos ser honestos y admitir que poco hicimos, en aquella época, ni durante los 16 años posteriores, para impedir ese despojo.

Hugo Chávez, ese que ahora le pretenden levantar altares como si el patrón de la Venezuela quebrada fuera, ese bárbaro de verde olivo que de un pitazo despidió a más de 18.000 empleados de la estatal petrolera PDVSA, cifra que aglutinó técnicos de todas las áreas, geólogos, geofísicos, ingenieros, informáticos, personal administrativo, obreros, oficinistas. Más de 18.000 seres que el tropero dejó en la calle y lo aceptamos y al hacerlo, convalidamos  la destrucción de nuestra única empresa generadora de riquezas, le aprobamos la catástrofe que ya tenía en su mente enferma, como le aceptamos que la hija pequeña le pareciera mejor el escudo nacional con el caballo a galope hacia la izquierda, y a él los cubanos comunistas, ruinosos y perversos como ejemplo a seguir.

Le consentimos que nos despojara del país y lo usara como su conuco, y digo conuco y no hacienda, porque Chávez asumió ese casi millón de kilómetros cuadrados como eso, un terreno para arrasarlo, para espolearlo y compartirlo con sus compinches nacionales y extranjeros, mientras nosotros le mirábamos hacer.

Y seguir haciendo el inventario de errores no lo veo necesario, ni por el espacio de esta columna ni porque le sea desconocido a alguien. Simplemente aceptamos que aquel milico brutal, abusivo y terrorista hiciera lo que le dio la gana, expropiara y robara para hacer ricos a sus cómplices y crear una ralea corrupta e inepta a la que se le deben estos 16 años de horrores aunque por allí hayan unos cuantos que pretendan limpiarle las culpas y dejarlas todas en el haber de Nicolás Maduro, esa mojiganga abyecta que claramente no tiene capacidad, él ni sus secuaces, para enderezar lo que heredó y sencillamente ha terminado de destruir lo poco que quedaba tanto en lo económico como en lo moral.

Y no le demos vueltas para definir lo que la Peste nos aplicó y aplica. Es terrorismo lo que hizo Chávez contra todos nosotros y continuaron haciendo Maduro y Diosdado, aunque por allí un perdedor sin garras y su vástago enchufadito pretendan decir que los satanizamos, sobre todo al capitán Trucutú, ese que alucina cada vez que se imagina asentando mazazos a todo el que se rebele contra su pretensión de tratarnos como a conscriptos.  

Nuestra condición de ciudadanos se volvió leña porque no hay posibilidad de conservarla después que un Chávez nos mantuvo casi 14 años en una febril confrontación política e ideológica, para que no viéramos que el país se caía a pedazos. Para que no hiciéramos nada para impedir que la inflación pulverizara nuestros ingresos y nos pusiera cada día más pobres, ni nos rebeláramos porque el hampa cobraba cientos de muertos semanalmente y a Chávez le resbalaban como le resbalan a Maduro, a Diosdado Cabello y a todo ese Puesto de Comando Presidencial, en el Palacio de Miraflores, que con absoluta franqueza debo decirles que parece más bien un puesto de venta de cochino frito.

Hablando tonterías vimos lo que nadie puede llamar sorpresa: la caída de los precios del petróleo y la crisis financiera mundial que sinceró el desastre del padre del Socialismo del Siglo XXI e impidió que también la mojiganga gozara de liderazgo planetario, simplemente porque nos colocó en muy poco tiempo en una situación desesperada al no haber dinero para cubrir las importaciones que en Venezuela representan más del 80% de lo que consumismos y los millones de millones que entraron por concepto de venta de petróleo, a precios jamás vistos ni soñados, sirvieron únicamente para mantener chulos cubanos, nicaragüenses, bolivianos y “amigos” igualitos a los ratones tan fraternos con el queso.

Y el pasado viernes, entrando la noche, apareció el combo anunciando el Estado de Excepción… y resulta que realmente la única excepción es que los venezolanos nos sigamos calando esta Peste Roja con su malandraje empoderado.

Por todo, me pregunto: ¿qué somos ahora? Porque ciudadanos hace mucho que dejamos de serlo. Decía Aristóteles: “El que es ciudadano en una democracia con frecuencia no es ciudadano en una oligarquía” y lo que está en el poder es eso, una oligarquía de malandrines, una pandilla que nos despojó de la ciudadanía plena y nos convirtió en sus víctimas.

Otra más de Bergoglio

Jorge Bergoglio es un papa de posiciones cómodas y hasta cómplice de quienes no sacan sudores a los tiranos ni a los que buscan ver una Iglesia comunista. Así le entregó ahora a Evo Morales la Laudato si (Alabado seas), su primer documento pontificio sobre ecología, que por prudencia calificaré de light y que para nada incomoda ese pellejo sensible de los favoritos del diablo

 

El pasado 8 de julio, con motivo de la visita del papa Francisco a Bolivia, Evo Morales, irrespetando de manera asquerosa los símbolos cristianos, regaló a éste una cruz formada con una hoz y un martillo y en ella vuelto a crucificar Jesús.

Muchos incautos, y también muchos ignorantes, piensan que barbaridades así son espontáneas y sin segundas intenciones… Que caras de sorpresa no son parte del guión y la mise-en-scène. Desconocen que en los claustros Vaticanos, lo que menos campea es el azar.

Cuesta ver que hemos vivido para observar a un pontífice de la Iglesia, de los dos mil años, confraternizando con los que son parte de una ideología que ha causado al mundo más de 100 millones de muertos. Cuesta ver que se sepulta con vergonzantes complicidades a Achille Ratti, conocido como Pío XI y quien en el plano doctrinal fue un combatiente acérrimo del comunismo, condenando errores, crímenes y planes.

Aterra constatar como las oscuras fuerzas del mal rojo que buscan destruir a la Iglesia de Pedro, sepultan en el olvido la encíclica Divini Redemptoris, donde en 1937 Pío XI denunció al comunismo ateo y alertó con firmeza, después de ver horrorizado la intensidad de la persecución religiosa en España y en México, así como la terrible situación en Rusia.

“El comunismo bolchevique y ateo es la causa de que pueblos enteros estén en peligro de caer de nuevo en una barbarie, peor que aquella en que aún yacía la mayor parte del mundo al aparecer el Redentor”. Premonitorio pensamiento que Bergoglio ni nombra, como tampoco lo expresado también por Pio XI en su encíclica de 1931, la Quadragesimo anno, opción social a la lucha de clases, y que conmemora los cuarenta años de la encíclica Rerum novarum de León XIII, el segundo pontífice en alertar sobre la mentira comunista.

Fue Pío IX, o Pio Nono, el primero en alertar sobre el cáncer del comunismo. En su encíclica Noscitis et Nobiscum, de 1849, identificó al socialismo con un “trastorno absoluto de todo orden humano”. León XIII fue el segundo en advertir sobre el horror de una doctrina de odio, ateísmo y violencia, y su segunda encíclica Quod apostolici muneris (28 de diciembre de 1878) es vil que sea olvidada, como vil e interesada es la desmemoria sobre Santo Pio X y su encíclica Pascendi Dominici Gregis (8 de septiembre de 1907) que sin rodeos denunció a los enemigos internos, que conspiraban para desfigurar y finalmente, destruir la Santa Iglesia: “Los fautores del error se ocultan en el propio seno de la Iglesia, por así decir, en las propias venas y entrañas de ella”.

Casi 108 años después a Jorge Bergoglio le vemos convertido en el gran amigo de tiranos comunistas que han asesinado católicos, que han destruido el concepto de familia, que han trastocado en esclavos a los ciudadanos.

Cómplice, junto a Barack Obama, ha redimido los crímenes de Fidel y Raúl Castro tras más de 56 años de sanguinaria tiranía comunista y avala la mentira canalla de uno de sus príncipes, el cardenal Jaime Ortega y Alamino, asegurando que en Cuba no hay presos políticos.

Cómplice de Cristina Kirchner y sus alianzas siniestras y sus crímenes abominables. Cómplice de esos activistas comunistas escondidos tras el mentiroso parabán de una seudo teología de la liberación, condenada por Juan Pablo II y Benedicto XVI, y recibida ahora en el Vaticano con patente de corso y olvido a sus criminales objetivos.

Así le vemos abrazando a Raúl Castro, también como anfitrión de un neotirano llamado Nicolás Maduro y una mujer a la que llaman primera combatiente de una montonera roja que ha sembrado de cadáveres Venezuela e institucionalizado el odio como política de gobierno. Le vemos con Rafael Correa, déspota al que la prensa libre le da ira, la silencia y la persigue. A Evo Morales, un indio pleno de ambiciones y deseos de retaliaciones.

Jorge Bergoglio es un papa de posiciones cómodas y hasta cómplice de quienes no sacan sudores a los tiranos ni a los que buscan ver una Iglesia comunista. Así le entregó ahora a Evo Morales la Laudato si (Alabado seas), su primer documento pontificio sobre ecología, que por prudencia calificaré de light y que para nada incomoda ese pellejo sensible de los favoritos del diablo.

Duele y enerva ver a Jesús nuevamente crucificado. Ahora por Evo Morales y a Bergoglio lavándose las manos como un moderno Pilatos. Duelen y enervan tantas cosas… Complicidades, sórdidas intenciones.

Dice el dogma que Dios nos hizo a su imagen y semejanza, no honrar ese privilegio siendo críticos es pecado mortal.

Venezuela, aliada de los diablos

Esta semana que pasó, mi país, secuestrado por una banda delincuencial, generó noticias que sólo sirven para sumirme -a mí y a millones- en el desespero. El recuento lo comenzaré con la autorización del régimen de Maduro para que la siniestra tiranía de Corea del Norte abra embajada en Venezuela.

La Gaceta Oficial número 40.438 ya lo publicó y debo decir que con esos tenebrosos asesinos sólo 30 países en todo el mundo tienen relaciones diplomáticas, y en nuestro continente la Cuba comunista y ahora Venezuela; y como bien sabemos que con Hugo Chávez nos convertimos en colonia del lupanar castrista, esa decisión se tomó en La Habana.

Sigo con una reunión convocada por una de las mujeres del régimen, esas que están demostrando que la maldad femenina es uno de los activos de la revolución… La canciller Delcy Rodríguez se reunió con la fiscal general Luisa Ortega, y la rectora principal del Consejo Nacional Electoral, Sandra Oblitas, para evaluar el informe que será presentado este lunes 29 de junio ante el Comité de Derechos Humanos de la ONU, en Ginebra.

La reunión -por lo que puedo deducir- buscó que  la delegación que está ya en Suiza falseé el informe de Venezuela en materia de Derechos Humanos Civiles y Políticos. Deducción lógica luego de leer lo declarado por Luisa Ortega, que asegura que “Venezuela es un país que está comprometido con los derechos humanos y cada discurso nuestro (de la Peste roja), siempre es acerca del tema de los Derechos Humanos, porque para nosotros revisten demasiada importancia”.

Y cómo no enfurecerme ante tanto cinismo, ante tanta maldad, cuando justo coincide con lo divulgado por el periodista venezolano José Domingo -Mingo- Blanco, sobre las horrendas torturas que le aplican a una joven químico venezolana, Araminta González, apresada hace ya un año y violados todos sus derechos más elementales. A Luisa Ortega Díaz desde aquí le exijo que diga si para ella y el resto de las maléficas señoras reunidas en la cancillería, arrancarle el cabello a Araminta, dejarla sin agua potable más de 20 días, someterla a cada rato a humillantes requisas intensivas en toda su humanidad, negarle papel higiénico, jabón, toallas sanitarias y alimentos, es lo que ella define como “estar comprometidos con los derechos humanos”…

También sí las 252.073 muertes violentas que la revolución ostenta en estos 16 años de saqueo y muerte, y que nos ubica ¡oh proeza! como el segundo país más violento del mundo, serán presentadas en Ginebra como logros que sólo en socialismo pudieron darse, y que ya forman parte de la cotidianidad de un país saqueado y ensangrentado que ve como normal que en 25 días del mes de junio, solo a la Morgue de la ciudad de Caracas hayan trasladado 363 cuerpos de víctimas de hechos violentos.

Otro asunto debería sacudir la apatía y prender las alarmas, no solo de nosotros los venezolanos, sino de todo el mundo democrático… Resulta que la misma Sra. Delcy Rodríguez, alborozada, firmó sopotocientos turbios acuerdos con los santones iraníes, más que reconocidos violadores de derechos humanos y promotores del terrorismo, y se impone preguntar: ¿Venezuela e Irán “alianza estratégica” o dúo siniestro?

Supuestos acuerdos comerciales tan iguales a los inescrutables firmados durante la presidencia de Hugo Chávez y que, ¡Oh casualidad!, muchos generaron oficinas y plantas industriales en el estado Aragua, coto particular del yihadista Tarek El Aissami, hombre que representa, favorece e impone en Venezuela al islam radical, y cuenta para ello con respaldado de Cuba. Así Parchin Chemical Industries y Qods Aviation, empresas pertenecientes a las fuerzas armadas iraníes, y que dicen poseer sociedades con la industria militar venezolana, fabrican explosivos, municiones y propulsores para misiles, también vehículos aéreos no tripulados. Estas “impecables” empresas están en el grupo que ha sido sancionado por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas bajo la Resolución 1747, como lo certifica el libro Iran’s Strategic Penetration of Latin America, coeditado por Joseph Humire, analista de seguridad, quién denuncia que La Habana posee cerrados intereses con Irán y alinea a países bajo su influencia -Venezuela es uno- a este tipo de acuerdos.

Y cierro acotando que en este mismo lapso se han desconocido los resultados de las elecciones primarias llevadas a cabo por la oposición e imponen un reglamento inconstitucional de participación “obligatoria” de un 40% de mujeres en las listas para elegir el 6 de diciembre.

Todo desesperante, ¿no les parece?

El cagalitroso y su marioneta

El tirano cubano pregunta: «¿Quién gobierna a quién, EE.UU a Israel o Israel a EE.UU?» 

El sanguinario sátrapa, Fidel Castro, resaltó la importancia de la ayuda que proporciona Nicolás Maduro al pueblo palestino que está sufriendo del «genocidio» llevado a cabo en la Franja de Gaza. Por supuesto ni una palabra de los misiles lanzados contra ciudades y poblados israelíes ni de los actos terroristas de los asesinos de Hamas.

En esas peroratas plagadas de mentiras y manipulación que el tirano cubano o un equipo castrista publica este pasado 20 de agosto en «Granma», un pasquín que por más de medio siglo representa la única voz de una mal llamada prensa cuando realmente son vocerías de la tiranía, el fosilizado tirano describió los bombardeos del enclave palestino como «uno de los más dramáticos acontecimientos generados por una potencia militar nuclear sofisticada y a la vez irresponsable, creada por el imperio más poderoso que existió nunca a lo largo de más de medio siglo».

O sea, Israel no ha existido desde épocas milenarias, apareció como creación norteamericana, porque así lo dice este verdugo, este chulo insaciable. Y así lanza lo que dice que “muchas personas se preguntan”: «¿Quién gobierna a quién, Estados Unidos a Israel o Israel a Estados Unidos?» Lo dice junto a un Nicolás Maduro servil, sentado en una mecedora recibiendo órdenes y guías de quien destruyó más de tres generaciones de cubanos durante 55 años de tiranía y ha bañado de sangre Latinoamérica y Africa en su afán de dominación y expansión.

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Venezuela está acéfala

Converso con un reconocido encuestólogo y analista de tendencias, quien me refiere la imparable erosión de las simpatías y apoyos al régimen castrochavista y a su actual capo Nicolás Maduro. Me habla de cifras impresionantes que denotan el desencanto y desespero de los que alguna vez tuvieron fe en esta banda colorada, donde un farsante con dotes de encantador logró captar la esperanza de millones de ingenuos que lo creyeron el mesías, y tres lustros después, con sus almas envenenadas por el odio, se encuentran más pobres, más desesperados, más engañados.Me señala un 23% de apoyo popular a Maduro y su régimen, una cifra que a cualquier opositor podría animarle, sólo que esa animación y ese optimismo dura el tiempo que tardamos en preguntarnos: ¿Y quién lo capitaliza? 

Quiénes dentro de un universo opositor plagado de divisiones, de colaboracionistas, de calculadores interesados pueden captar a esos millones de desencantados necesitados de un líder y un mensaje, y hartos de engaños y despelote.

Venezuela está acéfala. Nave al garete donde una banda delincuencial ve perdida su supremacía y en lo único que piensa es en terminar de vaciar las arcas y dejar como bagazo de caña lo que fue un país rico en recursos naturales y tierra propicia para hacer realidad los sueños. Venezuela, donde más del 10% de su población hoy en día dice tener en orden trámites y requisitos para emigrar. Un 10% de venezolanos de clase media, jóvenes con título universitario, con dos o más idiomas que hablan bien, que ve imposible cualquier posibilidad de crecimiento personal y económico en un país que un tropero traidor entregó a los tiranos Castro y su nomenclatura, y estos marcaron la línea: ruina, desesperanza, destrucción de la empresa privada, fin de la libertad de prensa, alianzas siniestras con lo peor de la humanidad, reescritura de la historia patria, imposición de una casta de ladrones y narcomilitares, de un nepotismo asqueante, de una impunidad perversa. Tierra donde secaron el campo y ahora las cosechas son de muertos porque a la banda empoderada le beneficia ya que termina de sembrar el miedo y aumenta la necesidad de huir…

Y es que aquí, en este país desolado, sobran los cínicos, los desvergonzados, los que pretendiendo ser vitalicios líderes de una oposición desmadrada no se sonrojan al defender –por ejemplo- que en ese diario El Universal, hoy vocería del régimen y ambiente cundido de represión y miedos, se haya impuesto la censura. Es el caso del cuñado de un boliburgues, de un bolichico buchón a punta de negocios turbios, yerno de un “Apóstol” de aquellos que se beneficiaron en gobiernos que, como el de Carlos Andrés Pérez, mantuvo su plantilla de elegidos y que muchos de ellos hoy multiplican fortunas de manera exponencial y la restriegan al rostro de los que cada día ven convertida en sal y agua su economía. Los que no convencen ni a sus propias madres porque de cínicos y retorcidos han hartado a millones. Como éste que más de un lector ya ubicó hay muchos, demasiados…

Por eso, dolorosamente, la pérdida vertiginosa de popularidad y apoyos de esta montonera roja rapaz es como lo digo en el título de hoy: Como agua que cae al piso, que ni se recoge ni se puede aprovechar. Menos por esa cofradía que lidera unas oposiciones huérfana de verdaderos líderes y acosadas por los miedos y el desconcierto. 

La Robolución vomita: no podemos hablar de logros, de objetivos alcanzados, de promesas cumplidas por esta montonera roja rapaz. Por donde usted dirija la mirada topará con el horror de un país destruido por quien se planteó como ejemplo a seguir las nefastas prácticas de Fidel Castro y su banda. Es conocido de todos la mortandad que la violencia genera y que día a día colma morgues y en un 97% queda impune. La escasez, inflación, desempleo es pan diario, y ahora la nueva mortificación es el colapso también de la medicina privada. Los venezolanos ya vivimos desde hace bastante tiempo la falta de medicinas que se unió a la ausencia de desodorantes, papel higiénico, harina, aceite, frutas, libertad… En fin, la escasez que también le copiaron a los cubanos castristas.

Ayer, la Asociación Venezolana de Clínicas y Hospitales pidió declarar la “emergencia humanitaria” por la escasez de insumos y fármacos para atender a la población. Nada mejora. Al contrario, se agudiza. El Dr. Cristino García Doval, presidente de la mencionada Asociación, hizo público el retraso para operar a miles de pacientes en el país por culpa del desabastecimiento de insumos en quirófanos y unidades sanitarias. ¡Uh Ah!

Para contactarse con la autora: ebruzual@gmail.com
Twitter: @eleonorabruzual

Venezuela sepulta la libertad de prensa

Para los psicólogos y también para sociólogos, ese sentimiento duro y hostil que conocemos como desprecio no es más que una intensa sensación de falta de respeto por el que nos lo motiva. No hay posibilidad de reconocimiento alguno hacia el que llegamos a despreciar porque simplemente nos mostró su total falta de integridad moral, su desvergüenza ante la mentira, su tranquilidad cuando humilla al otro.

El desprecio sin dudas nace de un sentimiento de superioridad. Y sí, sí hay una conciencia de superioridad cuando nos comparamos -y, en mi caso, me comparo- con aquellos que despreciamos infinitamente. Esos hipócritas, esos hedonistas bajo el concepto cirenaico; acomodaticios hasta las náuseas que les importa un bledo el país y el dolor ajeno.

Y por donde me asomo los encuentro, y eso me lleva a parecerme casi a un personaje de Moravia de la novela que tituló “El desprecio”. Y aunque mi frustración es bien racional -a diferencia de aquella padecida por Ricardo Molteni y su mujer- igual que ellos me distancio, me horrorizo, me decepciono de los que por siempre imaginé decentes en la extensión más llana del término.

Venezuela cada vez se hunde más en un lodazal amoral y de allí no puedo sacar otra cosa que no sea amargura e ironía. Amargura e ironía, y unas ganas infinitas de poner distancia entre los que no merecen respeto, no merecen afecto y también de aquellos que en el terreno sin ley ni principios éticos que creemos un país, ponen cara de tontos, no se enteran o fingen no hacerlo, y estiran el tiempo donde sus gordiflones egos gozan de un espacio para pontificar mientras hacerlo complazca o no moleste al dueño nuevo, que -con seguridad- les dejará en tanto hacerlo convenga a la imagen que hay que mostrar por un tiempito.

Pero al cuerno con esas consejas repulsivas que te dicen que escribas sobre filosofadas que no comprometan y te metan en el círculo ridículo del mutuo bombo. O que llenes cuartillas con bravuconadas que no toquen a los nuevos patrones pero que te sirvan para aparentar coraje.

Al cuerno la mal llamada prudencia cuando realmente es vivarachería. El pretender –si eres columnista de opinión de un diario- pasar agachado y meterte en la misma dolorosa realidad de periodistas profesionales y activos que han sido abandonados a su suerte en una Venezuela donde ya casi no quedan medios independientes y por tanto no hay puertas que tocar y no les queda más que rogarle a Dios el milagro que haga verdad lo que saben una mentira en boga.

Porque lo único real es que el periódico El Universal, fundado hace 105 años (1909), ese que logró sobrevivir a los dictadores Juan Vicente Gómez y Marcos  Pérez Jiménez, cayó abatido por la peste roja. El Universal también fue engullido por un monstruo que estrena cabezas, ya que hay muchas siempre listas a servirle al mejor postor.

Lo único real es que un hecho tan terrible para la libertad de información y opinión en este lupanar caribeño que es ahora Venezuela no sea tema ni preocupación para esos que por muchos, muchos años -y otros más recientemente también- tuvieron en él tribuna, que no lo denuncien, lo rechacen, lo cuestionen.

El gigante centenario también ha sucumbido frente a la barbarie y me duele infinitamente, ya que crecí con su slogan en mi corazón y mi mente: “Porque nada convence más que la verdad”. Tristeza tengo en mi alma y mucha ira ante la complicidad hecha modus vivendi.

La verdad es que sus dueños, que aunque les respeto el derecho a vender su propiedad, pudieron mostrar más consideración hacia los que por años han hecho posible con su talento, profesionalismo y lealtad que El Universal siguiera siendo un gran periódico y la empresa una corporación respetable. Y es que del secretismo tengo derecho a pensar mal. Sólo comparo por ejemplo, la venta del diario colombiano El Tiempo a un grupo español tan fuerte como Planeta, o la compra de Radio Chile por el grupo Prisa. Qué decir de cómo el dueño de Amazon, Jeff Bezos, compró The Washington Post. Claridad sin secretismos. Pero en esta provincia n° 15 de la asquerosa tiranía cubana hemos comprado sus modos, sus abusos y anda que al secretismo lo llamaron “cláusula de confidencialidad”.

Lo real, lo feo es que vendieron El Universal a una fulana empresa española que nadie conoce, que desembolsa 90 millones de euros, pero su capital fundacional, hace menos de un año, es de €3.600. Que un portal gobiernero como Aporrea nos pretende vender a un tío llamado Eduardo López de la Osa Escribano como el George Soros de la Madre Patria, y además con títulos y blasones. En dos platos “Un grande de España”, que de tan excéntrico opera su emporio desde un apartamentucho en el N° 18 del madrileño barrio de Paseo del Pintor Rosales. Un tío que aparentemente –vaya a saberse por qué rollo freudiano-  decide humillar a Venezuela imponiendo en la presidencia de El Universal, ese diario pleno de tradición y valores fundado en 1909 por un Poeta (Andrés Mata), a un personaje famoso por ser actor de reparto en el vergonzante affaire Banco Latino, una de las grandes estafas bancarias de la historia delincuencial nuestra. Alguien al que el mismo Universal en el año 1998 refería como prófugo de la Justicia…

Personajes sombríos y desconocidos. Confidencialidad que sirve de mampara para que un régimen decidido a sepultar la libertad de prensa maquille de operaciones mercantiles lo que es simple apoderamiento de todos los medios de comunicación.

La neotiranía castrochavista aprendió del error de cerrar Radio Caracas Televisión y robarles sus equipos. Después de eso, se han agenciado cómplices para expropiar circuitos radiales, canales de televisión y medios impresos, con la farsa de que “emprendedores empresarios” ven divertido invertir donde no hay seguridad jurídica, no hay divisas, no hay democracia, no hay ni papel toilette ni papel para imprimir periódicos.

Globovisión, su accionista mayoritario, Guillermo Zuloaga se lo vendió al gobierno a través de la mampara de Juan Domingo Cordero, y unos descarados boliburgueses de groseras fortunas bajo el amparo de la Robolución. Nada mal el negocio por cierto.

Al Grupo Capriles un tal Latam Media Holding, perteneciente a otro desconocido Hanson Group (empresa registrada en Curazao el 26 de septiembre del año 2013), lo compró y lo silenció. Trató de amordazar a sus periodistas, hubo un éxodo de honestos y terminó con una larga tradición de libertad de opinión e información.

Otros medios se han vendido ya y otros están en la cola. Debí escribir mi columna de esta semana en El Universal. No quise. Me despido del diario donde por décadas escribí con toda libertad y pleno respeto. Es mi derecho porque si un rico alega patrimonio, herencia de sus hijos, derechos empresariales, sería una vileza no permitirme alegar mis valores que en resumen para mí son capital valiosísimo.

Escribo lo que siento, lo que debo decir porque comprendo la pesadilla que se está viviendo en ese edificio grande, con muchos pisos vacíos y muchas ilusiones vaciadas y quién me crea capaz de irme contra periodistas que deben callar mientras tiemblan de ira frente al nuevo abusador que sabe de su necesidad, no me conoce.

Y sé que no hay bozal más cruel, más lacerante que el bozal de pan o de arepa. ¿Cómo dejas a tus hijos en la calle? ¿A dónde vas si ya no quedan opciones laborales? Por eso, los que podemos hablar no debemos callar. Hay que fortalecer el espinazo para que no puedas doblarlo aunque te obliguen.

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El bravo pueblo enfrentado a la Cubazuela corrompida

Un gris y anodino funcionario, de los tantos que rodearon a Chávez en sus 14 años en el poder, es hoy el carnicero sanguinario que desde la demencia que le causa su desesperación por permanecer donde sus amos los tiranos cubanos le colocaron, y está matando a jóvenes que con coraje le adversan. Ya no es Caracas solamente la ejemplarizante, es la tierra andina con sus recios montañeses indomables frente a la tiranía del otrora chofer de autobús convertido en autócrata por la dudosa lucidez de un moribundo que recibía en su bruma medicamentosa también órdenes de esas hienas que desde hace 55 años esclavizan y hambrean a Cuba y corrompen con su odio a toda América.

Tampoco es la bien llamada “Tierra de sol amada”, ese lar zuliano que ha parido por igual próceres libertarios y poetas. No es la tierra larense con sus crepúsculos que enamoran y su música que fascina… No es el centro bravío donde nació Venezuela… Tampoco las provincias orientales llenas de corajudos hombres en pareja con las mujeres tradicionalmente heroicas. Es Venezuela toda, Patria mancillada que despierta con la ira que sacude verla convertida en lupanar donde delinquen por igual gobierno y hampa porque en resumen de cuentas, son lo mismo. Es la ira de sabernos invadidos de chulos de una izquierda que agrupa asesinos, ladrones, resentidos, cínicos y los ha convertido en las figuras de un sub continente que perdió su latinidad para emerger como América Letrina, ladina y vergonzante con sus delincuentes trastocados en Jefes de Estado y sus pobres pueblos engañados pero felices siendo explotados por los favoritos del diablo.

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Judíos de Venezuela, la nueva diáspora

Soy periodista. Desde hace décadas me he dedicado a la fuente política y durante el mismo lapso he seguido las perversiones de una izquierda mal llamada progresista que consuetudinariamente se ha aliado a lo peor de la humanidad. Que ha revestido de idealismos las más nefastas tiranías y ha convertido en paladines a sociópatas y transgresores.

De esa izquierda salió o fue captado por ella, un hombre sin escrúpulos, obsesionado con el poder y capaz de hacer cualquier cosa porque en su mente no hubo jamás freno moral. Ese hombre se llamó Hugo Chávez.

Se puede con absoluta precisión decir que la historia y el hacer venezolano se dividen en el antes y el después de este militar golpista. Este clásico caudillo de montonera latinoamericana que luego de intentar derrocar el gobierno constitucional de Carlos Andrés Pérez el 4 de febrero de 1992, por esas incongruencias y amoralidades fue rodeado por seudo-demócratas que le alfombraron de dinero, medios de comunicación y ambiciones el camino a la presidencia de Venezuela por vías que ofrecía la democracia que después se encargó de destruir.

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