De la mano de la inflación, la recaudación tributaria de 2014 alcanzó el récord de $1.169 billones, lo que representó una suba del 36,2% respecto al año previo.
El guarismo puede sorprender a primera vista y desde la AFIP celebraron el anuncio. Sin embargo, cuando se lo compara con la suba del nivel de precios del año pasado, los resultados no son para festejar: en términos reales, la recaudación tributaria cayó un 2%.
Por otra parte, la expansión del gasto público (+40%) se ubicó muy por encima de los ingresos dando lugar a un déficit fiscal de 4 puntos del PBI. Y como un “círculo vicioso”, este déficit fue monetizado a través de la emisión monetaria, presionando aún más la inflación, y esta – al expandir la base imponible – provocó un alza adicional en la recaudación. Continuar leyendo