A menos de un año del cambio de gobierno, son numerosas las preguntas que nos hacemos en torno a cuestiones de política económica. Una muy importante es: ¿cuál será la “variable estrella” de la nueva administración?
Para el kirchnerismo el consumo fue la clave del crecimiento económico. Sin embargo, el mismo no fue sostenible debido al agotamiento de la capacidad ociosa inicial y a la desaceleración del viento de cola (altos precios de los commodities).
Y a pesar de los malos resultados de los últimos trimestres, la administración actual repetirá esta estrategia en 2015: mantendrá (en la medida de sus posibilidades) el tipo de cambio atrasado con el fin de mantener la inflación, al menos parcialmente, bajo control; lo que de manera adicional provocará un aumento de salarios en dólares. Todo esto en pos de expandir el consumo privado en un año de elecciones. Continuar leyendo