Teherán, a la conquista de Bagdad

El próximo viernes habrá una delicada cumbre en París con todos los prominentes disidentes y exiliados iraníes que viven en el extranjero. Violaciones del derecho internacional humanitario, el silencio de los gobiernos y la razón de Estado en Irán y la zona de Oriente Medio: todas las cuestiones internacionales que Occidente debe abordar con suma urgencia, mientras que el espectro de la bomba atómica fabricada en Teherán está cada vez más cerca y aumenta la violación de los derechos humanos en este contexto geográfico.

La cuestión iraní no debe ser subestimada por la política occidental. Es realmente preocupante y francamente intolerable lo que ha sucedido en Irak, en particular, desde hace un año contra los miembros de la Organización Muyahidín del Pueblo de Irán. Un nombre aún muy poco conocido en América Latina, pero hay que recordar lo que son y lo que representan estos opositores extenuantes de la teocracia chiíta.

Desde mediados de los años sesenta, los muyahidín habían sido cruelmente perseguidos por la policía secreta del Shah, porque querían el derrocamiento de la dinastía totalitaria, violenta y corrupta, mientras la gente pedía  un giro drástico a la democracia, a la libertad individual y a la justicia social. Así como el Sha, Jomeini y también Kamenei siempre han visto a los muyahidín como un peligro mortal para el régimen, sobre todo porque estos promovieron durante los años ochenta las acciones militares contra los ayatollahs.

Los muyahidín han marcado varios puntos a su favor. Ellos obtuvieron la condición de personas protegidas por las Naciones Unidas, ganaron reclamos presentados por ellos en Europa y Estados Unidos para protestar en contra de su inclusión en la lista de organizaciones terroristas y algunos centenares de disidentes fueron recibidos en los países occidentales. Recordemos que los muyahidines fueron horriblemente masacrados el 15 septiembre del año pasado en el campo de Ashraf por las milicias chiítas, bajo la mirada distraída  del gobierno iraquí. Muchos fueron torturados y asesinados en las cárceles iraníes, o asesinados por sicarios en el exterior guiados por Irán. La prensa mundial no se hizo eco. Es como si los grandes temas de los derechos humanos solo son importantes cuando venden, como si el silencio sobre los crímenes en un país beneficiaría nuestro negocio en un mercado determinado.

El 19 de mayo, diez presos de la cárcel de Karaj Gohardasht fueron condenados a la horca. Los detenidos fueron sacados de sus secciones el día anterior con la excusa de tener que ser llevados al hospital o a la Corte pero la realidad es que fueron asesinados. El día anterior, otra decena de reclusos fueron ejecutados en la prisión de Kerman. Por lo tanto, el número de ejecuciones registradas sólo del 21 de abril hasta la fecha ha llegado a 113. La Secretaría del Consejo Nacional de Resistencia de Irán dijo que la inacción de la comunidad internacional, en particular del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, frente a las ejecuciones que crecen día a día en Irán marcan un récord sin precedentes de la indiferencia. La resistencia iraní pide a todos los organismos internacionales y organizaciones de derechos humanos  tomar medidas urgentes y eficaces para salvar las vidas de muchos presos políticos. A principios de junio, después de doce años de continuas torturas, fue ahorcado Gholamreza Khosravi. La situación de los derechos humanos en Irán es tan dramática que incluso el secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki Moon, siempre muy cauto en el trato con los temas críticos de alto impacto político en el interior de un país miembro de la ONU, habló con dureza.

Yo no comprendo por qué algunos líderes sudamericanos que juegan a ser paladines de los Derechos Humanos no pueden hacer frente a cuestiones como éstas con Teherán, al menos, en términos similares a los utilizados por Ban Ki-moon, quien señaló en el último informe al Consejo de Derechos Humanos en este campo que las promesas hechas por Hossan Rohani al comienzo de su presidencia han fracasado estrepitosamente. Setecientas personas han sido ejecutadas desde que el nuevo presidente asumió el cargo. Un número de ejecuciones nunca antes visto, a una tasa de al menos cien por mes, lo que ofrece a Irán una primacía absoluta terrible entre los países que siguen aplicando la pena de muerte con respecto a la relación entre población y número de ejecuciones.

El Secretario General de la ONU también se centró en otras violaciones graves de las normas internacionales que protegen los derechos humanos iraníes: amputaciones, torturas, palizas, detenciones arbitrarias, juicios sumarios, intimidación a activistas políticos, sindicalistas y periodistas. Desde el acto de su nombramiento hace tres años, el Representante Especial de la ONU para los Derechos Humanos ha pedido en repetidas ocasiones, pero sin éxito alguno, visitar Irán. Durante nueve años, ningún experto de la ONU ha sido capaz de mantener con Teherán un diálogo para discutir desapariciones extrajudiciales, ejecuciones sumarias, la libertad religiosa, la discriminación contra las mujeres y las minorías.

Si creemos que puede haber un futuro pluralista y democrático en Irán, las fuerzas políticas que luchan por el futuro deben ser protegidas específicamente por la comunidad internacional. Tratados y Convenciones de Derechos Humanos se han firmado y ratificado por Irán, pero son violados de forma rutinaria. Exigir el cumplimiento es un aspecto esencial para la credibilidad de Occidente. El horror de la represión en contra de la Ola Verde en 2009, las imágenes de Neda asesinado mientras se manifestaban pacíficamente, nunca deben repetirse.

La amenaza nuclear

Los problemas relacionados con la energía nuclear de Irán están a menudo en el centro de las noticias internacionales. A veces parece un peligro inminente, y en la mayoría de los casos parece ser relegado a una noticia de política exterior. Israel y Arabia Saudita son las únicas naciones seriamente preocupadas ya que son las únicas que se sienten amenazadas en forma explícita. El Mi-6 británico declaró que Irán habría alcanzado el hito de su primera bomba atómica en 2014. Tras el cambio de gobierno en Irán, ¿cuál es la situación actual?

Las Naciones Unidas, expertas en dilatar, hace once años que se preguntas sobre el propósito del programa nuclear de Irán. Si después de tanto tiempo no tuvieron ninguna respuesta, el veredicto debería ser evidente. Hasta la elección de Rouhani, las resoluciones del Consejo de Seguridad y las inspecciones y decisiones del OIEA han creado retrasos y obstáculos a aquellas partes del programa nuclear que son muy propensos a fines militares. Las sanciones petroleras se lanzaron hace cuatro años junto con una serie de otras medidas para penalizar la economía de Irán, y este fue el principal motivo del regreso del régimen teocrático a la mesa de negociaciones.

Irán sufre de inflación, desempleo y alta tasa de pobreza. Una ulterior caída de las inversiones extranjeras, como viene pasando en los últimos quince años, llevaría al caos y es el gran temor de los gobernantes actuales. Pero Teherán tercamente ha continuado su programa de enriquecimiento de uranio y la fabricación de plutonio, que es la segunda manera de hacer la bomba. Un país que aspira a la capacidad nuclear no necesariamente tiene la disponibilidad de bombas de material montado. Lo que importa es la capacidad de proceso o la cantidad de uranio enriquecido disponible, los sistemas de encendido, los modelos de ordenador que pueden reemplazar a las pruebas reales, siempre suponiendo que como sugieren algunos observadores las pruebas iraníes se hacen en otros lugares, como en Corea del Norte, un país atado de la mano con Irán en la cooperación nuclear y de misiles.

Si los iraníes obtienen de las negociaciones con el 5+1 permiso para mantener en funcionamiento constante de 20 o 30 mil centrífugas de última generación, y los reactores de investigación en Arak, el umbral nuclear está prácticamente alcanzado. El arma necesitaría un par de semanas para estar lista para su uso, y no mucho más tiempo sería necesario para armar los misiles ya existentes y probados. En la mesa de negociaciones -seamos realistas-, Irán se encuentra en una posición muy ventajosa. En primer lugar, porque está claro que Estados Unidos y los europeos tienen necesidad de negociar políticamente un resultado positivo. La alternativa de un ataque militar, en teoría, siempre está sobre la mesa, pero por el momento no es creíble, menos aún después de las muchas líneas rojas cruzadas por Assad con el uso de su arsenal químico. Obama tiene que acreditar un éxito de su política exterior. En segundo lugar, el grupo de los 5+1 podría  tener la tentación de aceptar una alta capacidad para el enriquecimiento de Irán si el sistema de verificación se fortalece. Pero la eficacia de los controles depende de las contingencias del momento, por ejemplo, los inspectores podrán ser retirados en tiempos de crisis, mientras que las centrífugas son elementos estructurales del programa que una vez activado no se pueden desactivar.

La tercer ventaja es el sistema iraní de las sanciones. Se plantearon tantas expectativas en las negociaciones con Irán que comenzó a hacer ruido por todos lados. La presión de los intereses económicos, especialmente la energía, es realmente enorme. Si la negociación falla, ¿es realista pensar que las sanciones más  agravadas hagan desistir a Irán de su programa nuclear? Lo más probable es que aparezca como un objeto contundente que no impresiona mucho ahora a Irán. Teherán hoy día tiene otra prioridad: el regimen persa está suministrando a Assad, al menos desde la segunda mitad de 2012 con ayuda militar, económica y política.

Irán ha asistido constantemente a Damasco, como lo está haciendo ahora con Bagdad para la represión inmediata y severa de cualquier forma de oposición y de disidencia. La verdad es que la mal llamada “primavera árabe” ha sido una gran preocupación para el régimen iraní. Para el  Ayathollah era y sigue siendo una preocupación la idea que, en los dos otros países hermanos chiítas, se cree un proceso de reforma que dé lugar a gobiernos menos autoritarios e incluya a miembros de la sociedad no exclusivamente chiíta en Irak  o Siria.

Durante dos años, la presencia militar iraní en Siria, con cientos de directores y funcionarios de la IRGC -Pasdaran- y varios miles de libaneses de Hezbollah, las milicias chiítas  bien entrenadas y directamente apoyadas por Irán, han sido el factor principal del fracaso de la coalición de la oposición iraní. Assad fue capaz de ponerse al día y permanecer en el poder, sin poder recuperar el control de todo el país. De hecho, como se esperaba, la vacilación en el apoyo occidental en 2011 y en 2012 a las fuerzas de la oposición y el interés de  Assad a radicalizar el conflicto, desafortunadamente ha dado un gran impulso al islamista Al Nousra, Isis y otras formaciones yihadistas que están arraigadas incluso en las áreas sunitas de Irak. Los miembros del partido Baath conservan importantes raíces culturales y sociales en las regiones ahora controladas por  los ex miembros de la Guardia Republicana de Saddam. La confrontación directa entre chiítas y sunitas iraquíes ahora puede representar una segunda oportunidad para Teherán de afirmar su supremacía regional después  del derrocamiento de Saddam Hussein.

Más que un secuestro

El secuestro es sin duda uno de los crímenes más atroces. Es un chantaje realizado sobre el cuerpo de las víctimas, una barbarie intolerable. Si se mezcla con la política, cualquier política, da testimonio de su inmoralidad. Un gobierno, un movimiento político, un pueblo en el que se organizan secuestros e incluso se festejan es digno del mayor desprecio. Cualquier pretensión de presentar a los movimientos palestinistas en términos éticos se disuelve con estas actitudes. El secuestro es una ideología despreciable y quien no lo trate como tal es tonto o cómplice.

La caricatura que compara a los tres niños israelíes secuestrados con ratones capturados en una trampa es repudiable. En la página de Facebook de Fatah al-Hayat Al-Jadida (periódico oficial de la Autoridad Nacional Palestina), los tres secuestrados aparecen como trofeo similar a la Copa del Mundo Brasil 2014. No quise escribir hasta ahora sobre los tres niños israelíes secuestrados: por unos días tuve la ilusión irracional que se podían rescatar en forma rápida, que de alguna manera la situación fuera remediada. No hay que descartar nada. Espero que sigan con vida, pero por el momento no hay rastros de ellos.

Sigo esperando las intervenciones de la Santa Sede, de la Unión Europea, del Mercosur y de UNASUR. No he visto a los movimientos de la ONU, la UNESCO, o UNICEF alzarse indignados como lo hubiesen hecho si la situación fuera a la inversa. Tal vez crean que el secuestro de niños israelíes no sea un ataque a los derechos del niño. Pero, por sobre todo, hay dos cosas que están claras: la primera es que el proceso de paz está definitivamente muerto y enterrado. La segunda, que Hamas tiene que ver en esta historia.

Ahora Hamas forma parte del gobierno de la Autoridad Nacional Palestina. Es importante recordar que el acuerdo de unidad entre las facciones palestinistas fue aclamado como un paso para la paz en la región por la mayoría de las organizaciones humanitarias mundiales, por gobiernos y líderes religiosos. ¿Se acuerdan del rezo por la paz y la convivencia en los jardines del Vaticano?

Una semana después de su creación, el nuevo gobierno palestinista se declara impotente para prevenir las actividades delictivas como el secuestro y los ataques con cohetes por parte de sus socios fundadores. ¿Qué tipo de gobierno es? ¿Qué tipo de paz propone? ¿Qué poder tiene realmente Abbas? Hay dos posibilidades. O bien no cuenta nada, pero sirve como fachada política que quiere mostrar una unidad inexistente, o cuenta y es cómplice del Hamas.

El hecho es que con este tipo de personas, Fatah, Abbas, Hamas no puede haber un camino hacia La Paz. Es un momento muy difícil, no sólo para Israel. Abbas esta entre la espada y la pared. Irak tal cual la conocíamos dejó de existir y seguramente será dividida en tres estados, uno chiita, uno sunita y uno kurdo, la comunidad internacional que tanto apoyó la unión palestina prefiere callar y mirar hacia otro lado, consciente del error que cometieron.

Hay tensión en todo el Medio Oriente. Los islamistas están ganando en todas partes. Todo el castillo de naipes de mediación, las buenas intenciones e ilusiones se están derrumbando. Hay quienes dicen que para arreglar su política exterior, Obama podría alcanzar un pacto con Irán para solucionar el tema de Irak. Para que se entienda, sería como si entran ladrones a una casa y, en vez de llamar a la policía, llamamos a otro grupo de delincuentes.

Sólo si distinguimos los amigos de los enemigos y salimos de la retórica que la paz se hace con buena voluntad podremos luchar contra el terrorismo sin dejarnos engañar mediante un análisis de las posiciones de forma clara y decisiva. Esta regla también se aplica a los tres niños israelíes secuestrados. Téngase en cuenta que este secuestro es también el precio de las liberaciones de los asesinos que hizo Israel para complacer a Obama y llevar de vuelta a casa luego de cinco años de cautiverio a Guilad Shalit.

Debemos tener el valor de ser políticamente incorrectos cuando haga falta. El secuestro de Guilad, Eyal y Naftali es una tragedia humana terrible. Pero también es una señal importante. Es un cambio en la situación, que debe ser leído con atención, poniendo énfasis en los movimientos del Isis en Irak, Boko Harram en África Occidental y los grupos terroristas que ahora dominan grandes áreas de Oriente Medio. El momento es extremadamente peligroso, no puede ser manejado simplemente como una crisis humanitaria.

Desde hace años se ha reiniciado una guerra mundial que tiene la destrucción de Israel como una condición previa para la conquista de Europa y del Mundo occidental. Es el momento de darse cuenta de ello.

Aclaracion: el término palestino se refiere a todo aquel que haya vivido en Judea desde que los romanos la denominaron Palestina. El Imperio romano cambió el nombre de Judea a Palestina o Provincia Syria-Palestina en el año 135 como forma de borrar toda memoria judía de la región, tras aplastar la rebelión de Bar Kojba. Los palestinistas o palestinenses son quienes hoy pertenecen a la Autoridad Nacional Palestina.

La falsa “moderación” del gobierno iraní

Con solo sacar la cabeza fuera de los medios de comunicación oficiales y seguir las noticias de Irán, llama particularmente la atención la práctica horrible e implacable de la pena de muerte.

Hace apenas unos días, el 1 de junio, el régimen inhumano de los mulás ha ahorcado a Gholamreza Khosravi, de tan solo cuarenta y nueve años, con la acusación de ser simpatizante de los muyahidin. El poder judicial de la teocracia gobernante iraní condenó al acusado de haber hecho la guerra a Dios a través del apoyo activo de los objetivos de los Muyahidines del Pueblo por haber enviado su información a los medios de comunicación, financiado y organizado a sus simpatizantes.

La furia de los que tienen simpatía por un movimiento político que quiere poner en tela de juicio el principio de poder religioso y el fundamentalismo islámico es evidente para todos. O por lo menos eso creo. Los disidentes son ahorcados en Irán acusados ​​de moharebeh, lo que significa estar en guerra contra Dios, aunque es evidente la guerra del régimen contra sus propios ciudadanos. Gholamreza había participado cuando era un muchacho en la poderosa revolución anti-monárquica del 79, que deseaba cumplir los sueños de libertad y democracia en Irán. A los dieciséis años fue encarcelado bajo la acusación de ser simpatizante de los muyahidin.

Por suerte salió con vida de la prisión -en la que sufrió las torturas más atroces-, mientras que decenas de miles de niños compañeros suyos fueron fusilados. Cientos de miles de otros chicos aún más jóvenes eran usados para pasar a través de los campos de minas para limpiar y abrir una ruta segura a las tropas del régimen teocrático para la conquista de Karbala, una ciudad santa para los musulmanes chiítas.

Tuvo suerte, pero hasta un cierto punto. Cuando lo liberaron de la prisión en 1986 y participó en el concurso para asistir a la universidad, a Gholamreza se lo impidieron a causa de sus opiniones políticas. Le pidieron que se dé de alta en los servicios de la Guardia Revolucionaria, que ya tenía copada las diferentes universidades, para tener acceso a los estudios. Gholamreza no aceptó. Después de años de duro trabajo se convirtió en un soldador calificado.

En el invierno de 2007 fue detenido de nuevo en su lugar de trabajo y condenado a seis años más. Esta vez los cargos fueron por dar aportes en efectivo a los Muyahidines del Pueblo. Pasó varios meses en aislamiento y en el otoño de 2010 fue trasladado a la conocida prisión de Evin, en Teherán. También en este caso, pasó 9 meses en aislamiento, acusado de moharebeh.

La culpa de estar en guerra contra Dios en la República Islámica de Irán es castigada con la pena de muerte. Al preso político Gholamreza, los torturadores del régimen le ofrecieron a este punto el salvoconducto habitual, o sea arrepentirse y estar en el show televisivo de mentiras contra los Muyahidines del Pueblo. Él volvió a rechazar la oferta. El 17 de abril de este año, cientos de agentes del régimen lanzaron un ataque violento en la sección 350 de la prisión de Evin, donde se encontraron con una fuerte resistencia por parte de todos los presos políticos, entre ellos Gholamreza, que mostró una voluntad de acero frente a la arrogancia sin precedentes de las fuerzas de seguridad.

Gravemente herido y tirado en el confinamiento solitario de nuevo, Gholamreza  fue amenazado el mismo día con la horca por el general Reza Saraj de los Pasdaran. Los hombres del régimen teocrático de Irán, sin importar a la facción que pertenecen, sobre ciertos temas siempre están de acuerdo. Gholamreza fue asesinado el 1 de junio. Los autores del hecho han dado información falsa a los familiares que pidieron saber sobre su destino y hasta los amenazaron si lloraban a su ser querido.

Gholamreza fue enterrado en la medianoche de ese mismo día en un cementerio de Isfahan, a 440 km de Teherán. Desde que asumió Rohani, el presidente “moderado” de los mulás de Irán, mando a ahorcar al menos 700 personas. En el segundo mes del mes iraní de Ordibehesht (abril 21-mayo 21) fueron ahorcadas 102 personas. La máquina de muerte en Irán no se detiene. Las vacilantes conversaciones nucleares siembran la discordia entre las facciones del régimen que se descarga con la represión de los ciudadanos.

Es una guerra despiadada del régimen iraní, que ha ensangrentado a Irán, Irak y Siria. Y no sólo eso: Occidente parece ser la Bella Durmiente. Mientras escribo esto, he recibido la terrible noticia que ocho presos políticos, compañeros Gholamreza en la misma sección 350 de la prisión de Evin, han sido trasladados a la prisión Ghohar-dasht donde Gholamreza fue ahorcado. ¿Cuándo va a terminar el dolor de este antiguo pueblo?

Irán intenta armar a Hezbollah a través de Siria

Según fuentes no oficiales, en la última semana de febrero presuntamente fue Israel quien atacó bases de Hezbollah en la frontera entre Siria y Líbano. La hipótesis más acreditada es que el objetivo fuese un convoy de camiones que transportaba misiles scud desde Siria hacia el Líbano. Los misiles en cuestión eran misiles de largo alcance, de precisión con cabezales muy grandes. Esta operación confirmaría lo que Israel viene declarando hace mucho tiempo, es decir, que no permitirá a las organizaciones terroristas en el Líbano tener armas de destrucción masiva o armas estratégicas que podrían alterar el equilibrio en la región.

El portavoz de Hezbollah confirmó que el ataque fue dentro de Siria, lo que podría ser tanto verdadero como falso ya que, si el ataque hubiese sido fuera del Líbano, la agrupación radical tendría menos responsabilidad en responder. Hezbollah, que declara ser una organización que defiende al Líbano de los ataques sionistas, hubiese tenido que responder si confirmaban que el ataque fue en territorio libanés. Hezbollah tiene otra razón para decir que el ataque fue en territorio sirio: obligar a Siria a responder a la agresión (recordemos que en los casos precedentes Bashar Al Assad se ha limitado a declarar simplemente que Siria responderá en tiempo útil y lugar apropiado).

En estos momentos el ejército sirio se encuentra luchando por su supervivencia y no tiene ninguna intención de entrar en un conflicto con Israel en un momento tan decisivo. ¿Pero cuál fue el objetivo del presunto ataque? Sin ningún lugar a dudas fue el contrabando de armas. El contrabando de armas estratégicas hacia el Líbano depende de dos factores: el primero está relacionado a Irán, Arabia Saudita e Israel. El segundo, a Al Qaeda y las organizaciones jihadistas salafistas, todos ellos actores principales del escenario que Hezbollah está preparando en la región según interpretaciones de Teherán.

Los iraníes están convencidos que Israel y Arabia Saudita preparan un ataque a sus instalaciones nucleares en el momento que las sanciones serán más leves, cuando el régimen teocrático se sienta cómodo y tranquilo para poder llevar a conclusión su proyecto nuclear militar. Según la interpretación iraní, Israel y Arabia Saudita sintiéndose traicionados por los Estados Unidos y por Europa, estarían preparando un ataque contra la República islámica de Irán. Uno de los medios para disuadir a Israel y Arabia Saudita de este ataque, y atacarlos si es necesario, es transferir misiles de largo alcance a las bases de Hezbolla, quien los apuntaría primero y principal contra Arabia Saudita y después contra Israel.

En los últimos tres años de guerra civil en Siria, Irán se dio cuenta que el enemigo principal no es Israel sino Arabia Saudita, es por eso que Hezbollah necesita nuevos misiles de mayor alcance que los 10,000 que ya dispone.

Otro motivo por el cual se están transfiriendo misiles de Siria al Líbano es impedir que, en caso que cayera el régimen de Assad, los misiles terminen en manos de organizaciones jihadistas salafistas sunitas como Al Qaeda. En caso que esto suceda, estas organizaciones podrían utilizar los misiles de largo alcance contra Hezbollah en el Líbano o contra sus aliados en Irak -y quizás contra el propio Irán- para proteger a sus propios aliados, es decir Hezbollah. Irán está intentando transferir estos misiles de largo alcance al territorio libanés.

Es importante señalar que en Siria existen todavía cantidades enormes de armas químicas que Hezbollah podría transferir al Líbano. Ni Estados Unidos ni Rusia ni la comunidad Europea ni Israel han sido capaces hasta este momento de bloquear herméticamente el traslado de estas armas hacia el Líbano. Arabia Saudita, quien está interesada que el conflicto en Siria continúe, provee a los jihadistas misiles anti aéreos para que puedan combatir en forma eficaz a los helicópteros de Assad que son utilizados para lanzar las terribles bomba-barriles sobre la población.

Rusia tiene una gran preocupación sobre lo que sucede en Siria y sobre los movimientos de Hezbollah, pero la crisis de Ucrania lo tiene aún más preocupado.  Turquía tiene un gran interés en la guerra siria pero no puede jugar un rol importante ya que la crisis interna que sufre el gobierno de Erdogan no le da cabida en esta batalla. Por eso es que Jordania se está convirtiendo en la principal base contra el régimen de Siria.

Un ataque perpetrado por Siria con el consentimiento de Irán a través de Hezbollah contra Jordania o alguno de sus intereses en el exterior no es una idea que se puede excluir. Irán ya utilizó esta metodología cuando perpetró los atentados contra la embajada de Israel en Buenos Aires en 1992 y contra la sede de la AMIA en 1994. La famosa pista siria no es más que un pasillo que lleva directamente a Teherán. Los líderes de Irán y del Hezbollah conocen perfectamente el territorio sirio. Se están preparando para la próxima fase de la batalla, es decir, una guerra regional entre las coaliciones (Israel,Arabia Saudita, Jordania y Qatar de un lado e Irán y sus satélites Siria y Hezbolla del otro). El presunto ataque israelí tenía como objetivo asegurar una posición más fuerte en vista de un futuro posible escenario bélico.

Dentro del Líbano, Hezbollah  tiene que enfrentarse a un problema serio y grave que está surgiendo en estos días. Los grupos terroristas jihadistas salafistas quieren propagar dentro del Líbano una guerra fotocopia a la que está sucediendo ahora en Siria. El día que en Siria los combates cesen, sea por la victoria del régimen de Assad o por su caída, seguramente comenzarán combates internos en el Líbano, ya sea para vengar la victoria de Hezbollah y Assad o para festejar la victoria sobre Assad, Nasrallah y Jameini.