¿Qué tiene en la cabeza la sociedad brasileña?

El reciente fallecimiento del candidato Eduardo Campos, en un accidente aéreo, implica un verdadero “cisne negro” o sorpresa estratégica en estas elecciones. Frente a estas situaciones, la ley indica que el partido o alianza debe designar un nuevo nombre. Se tratará muy probablemente Marina Silva, la carismática postulante a vice de Campos. Silva fue ministra de Medio Ambiente de Lula y luego se distanció de él y del gobierno del PT con críticas a las políticas ambientales entre otros temas. En el 2010 esta joven de orígenes humildes y de ascendencia africana, fue la verdadera sorpresa con sus impactantes 20 millones de votos y colocándose tercera posición con poco más del 19 porciento del total de sufragios. Al momento de pactar con Campos en Octubre 2013, Silva apostó a secundar a un político con experiencia como ex Ministro y gobernador y aparato electoral como el PSB vis a vis la novedad que ella representa para la política brasileña. En el nuevo escenario, las próximas encuestas lo marcarán o no, su ascenso podría potenciar caudal electoral del eje PSB-Red de Sostenibilidad y reducir la tendencia a cierto abstencionismo o desánimo a sufragar que se detectan en ciertos sectores de la sociedad del Brasil.

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Brasil busca ponerle dientes a su carismática sonrisa

Pasaron 18 años desde que la Fuerza Aérea de Brasil comenzó a planificar el reemplazo de sus principales aviones de combate y supremacía aérea y 11 desde que el entonces saliente presidente Cardoso decidía reimpulsar la compra de 36 vectores de este tipo. Transcurrirían pocos días del inicio de la primera presidencia de Lula para que éste tuviese que anunciar que se postergaba sin fecha esta operación dados sus elevados costos y la prioridad de la administración del PT de invertir en planes de ayuda social para los amplios sectores vulnerables que presentaba el país en 2002.

El primer lustro del siglo XXI le brindará al Brasil una masiva inyección de recursos derivados del fuerte incremento del valor de las materias primas exportables como la soja y los minerales. Los precios se triplicaron y hasta quintuplicaron en el algunos casos y aún se mantienen sólidos y nada indica que cambien en el corto y mediano plazo (buena noticia para la Argentina también, si se la sabe aprovechar inteligente y pragmáticamente). Para 2004-2005, la diplomacia de Brasilia potenciaría su marketing a nivel internacional para posicionarse como una de las potencias emergentes claves del nuevo sistema internacional.

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“La supremacía” Snowden y la inesperada consecuencia en América Latina

Como siempre, la realidad supera a la ficción, en este caso Los infiltrados (The departed), dirigida por Martin Scorsese en 2006 y protagonizada por Leonardo DiCaprio, Matt Damon y Jack Nicholson. La intriga diplomática desatada por la caso Snowden, el joven contratista que desarrollaba trabajos para la poderosa agencia de inteligencia electrónica NSA de los EEUU, y su posterior fuga a China y luego a Rusia, requiere de algunas consideraciones generales y finalmente una reflexión sobre su impacto en nuestra región latinoamericana.

- La hoy popular y masiva Internet era la “Intranet” del Departamento de Defensa de los EEUU hasta fines de la Guerra Fría.

-El servicio de GPS que usan millones de personas en sus autos, celulares, tabletas y botes es provisto por 12 satélites militares americanos.

- El cyberespacio es un campo de batalla más como lo han sido y son la tierra, el aire, el agua y el espacio. Por lo tanto, es un error o una simplificación confundirlo con algo meramente civil, social y/o comercial.

- Los EEUU hacen lo mismo que todo Estado, o sea inteligencia, contrainteligencia y desinformación. Pero con infinitas más capacidades y siendo la tierra de origen de la misma internet y de empresas como Google, Apple, Microsoft, Twitter, Facebook, Ikype, IBM, etcétera. Además esta superpotencia representa hoy el 25 % del PBI mundial y el 47 % del gasto militar mundial. Una agencia como la NSA, la mejor financiada de las 14 de inteligencia que conduce Washington, tiene un presupuesto equivalente a todos los gastos de defensa de una potencia europea. En otras palabras, más que una cuestión de voluntad se trata de una contundente capacidad. Si los otros Estados no espían más y mejor no es por superioridad moral, prudencia o bondad, sino por contar con menos recursos.

- La inteligencia de las comunicaciones está y estará presente en la política internacional. El “telegrama Zimmermann” de 1917 que los servicios británicos interceptaron (y “retocaron” para poner más nerviosos a los EEUU e inducirlos a entrar en la guerra) entre el embajador alemán en México y Berlín, la capacidad que la Marina americana tuvo para descifrar las comunicaciones japonesas en 1942 y con ello lograr la contundente victoria naval en Midway, y la apropiación por parte del Reino Unido del “código enigma” de las fuerzas alemanas son algunos ejemplos en este sentido.

- En la era de enemigos “sin código postal” como el terrorismo fundamentalista, los traficantes de tecnología sensible, el narcotráfico, etcétera, el espionaje y la inteligencia de las de comunicaciones pasa a ser más y más “interméstico” (la combinación de lo internacional y lo doméstico) por necesidad. Generando naturales tensiones con el cuerpo legal de derechos y garantías de los países libres.

- Muchos de los que critican a EEUU son gobiernos y regímenes que hacen inteligencia interna sistemática masiva. Dado que por ser países no democráticos o “democráticos” pero sin instituciones republicanas, lo hacen con amplios márgenes de maniobra.

- Cuba entendió que recibir a Snowden era una linea roja. El caso de este desertor pudo haber llegado a ser mal calibrado por los bolivarianos y aliados regionales, lo cual finalmente no sucedió dado que tanto por la negativa cubana como por los problemas para salir de Rusia, los ofrecimientos de asilo de Venezuela y otros no se concretaron.

- Los EEUU ven a los gobiernos bolivarianos como molestias y no como amenazas, más aún cuando Venezuela es el cuarto proveedor mundial de petróleo a la economía americana (1 millón de barriles diarios a más de 100 dólares cada uno) y con 14 mil gasolineras y dos grandes refinerías en el territorio de la superpotencia. El involucrarse en este caso de espionaje habría sacado a Caracas y sus aliados de este listado de molestias y regímenes pintorescos, para colocarlos en amenazas de la seguridad nacional, situación que Chávez siempre evitó más allá de la dureza e ingenio de su retórica.

- El material robado por Snowden y dado a conocer en la prensa internacional muestra cómo en lo que respecta a América Latina el foco de atención de la NSA fueron países de muy buenas relaciones políticas y económicas con Washington, tal es el caso de México, Colombia y Brasil. Lo determinante fue su peso político y económico, más que la rudeza de las palabras y gestos. En tanto que los contestatarios bolivarianos ocupaban puestos más lejanos. En el caso de Brasilia, el gobierno de Rousseff ha marcado una postura firme pero prudente vis a vis a la Casa Blanca. Asimismo, y hábilmente, la diplomacia brasileña ha comenzado a articular un discurso en donde se mezcla la ofensa y el pedido de explicaciones por parte de la administración Obama con el histórico interés estratégico de contar con el visto bueno de los EEUU para sumarse como miembro permanente y con poder de veto al Consejo de Seguridad Nacional de las Naciones Unidas.

- En el 2004, Lula llevó a cabo una fuerte ofensiva para, junto a India, Japón y Alemania, lograr este objetivo. En ese entonces, el gobierno de George W. Bush dio a entender que sólo vería con buenos ojos sumar a Japón e India. Los vetos cruzados de China contra Japón y contra India así como de varios países europeos con Alemania dejaron el debate congelado. En lo que hacía a nuestra región, países como México, Argentina y Colombia dejaban en claro que no darían el visto bueno a esta aspiración de Brasilia.

- Por esa vueltas del destino, el caso Snowden, que tiene a nuestra región latinoamericana como un escenario marginal, podría revitalizar y descongelar en cierta medida esta aspiración brasileña no correspondida durante todo este tiempo por los EEUU. La presencia de regímenes bolivarianos no amistosos así como una relación más que deteriorada con la Argentina juegan a favor de Brasil.