Brasil frente a la escalada bolivariana-estadounidense

“Exigimos a los gobiernos de Francia, Portugal, Italia y España que presenten las disculpas públicas correspondientes, en relación a los graves hechos suscitados”, leyó el canciller boliviano David Choquehuanca durante la reciente reunión de mandatarios del Unasur convocada de urgencia en la ciudad de Cochabamba.

Los presidentes de Argentina, Bolivia, Ecuador, Surinam, Uruguay y Venezuela respaldaron esta declaración dirigida a Francia, España, Portugal e Italia para que se disculpen y den explicaciones por haber vetado el libre tránsito aéreo del avión del gobernante boliviano Evo Morales. De la enumeración de países, sobresale el bajo perfil de Brasil y la ausencia del tercer PBI de América Latina, después de Brasil y México, o sea Colombia, Chile y Paraguay. Se podría llegar a interpretar la actitud de Brasilia como un capítulo más del sencillo pero no por eso menos eficiente mecanismo de “organicémonos y vayan” por parte de la sofisticada diplomacia brasileña hacia los gobiernos bolivarianos y de la Argentina. El reciente reclamo de la Cancillería del Brasil para que se aclare la información brindada por el ex analista Snowden y difundida por medios de prensa británicos acerca de una masiva intercepción de comunicaciones brasileñas por parte de la inteligencia americana, no implicó adentrarse en la batalla verbal y gestual desarrollada por los países bolivarianos con los EEUU en torno a esta situación y los asilos políticos para el prófugo.

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Carta imaginaria de Henrique Capriles a Sergio Massa

Estimado Doctor Sergio Massa,

Me comunico con usted en una pausa en mis actividades para establecer lo que espero sea un fructífero canal de diálogo entre nosotros. Dos políticos jóvenes que combinamos el contacto directo con la gente y sus problemas y la incorporación de la tecnología y prácticas de alta calidad en la administración de lo público.

Una cosa no es incompatible con la otra, en todo caso es lo que hace y deberá hacer un dirigente social que quiera estar a la altura de los desafíos nacionales e internacionales. Por medios de prensa me he enterado que usted es uno de los dirigentes mejor posicionados en las encuestas y que es muy elogiado por su gestión como alcalde. Asimismo, que tiene una amplia llegada a sectores populares, medios y altos. Ello es muy parecido a algunos de los comentarios que de manera mas o menos bien intencionada se hacen sobre mí. En la reciente contienda electoral venezolana puse como un objetivo central comenzar a curar a mi país de polarizaciones artificiales, tanto sea sociales, ideológicas y racionales. Como primera medida, reconocí la importancia y la necesidad de preservar aquellos avances que en materia de planes sociales y asistencia se han llevado a cabo en Venezuela desde 1999.

Desde ya, cuando me toque conducir los destinos de mi Patria, esto se hará enfatizando el la transparencia y la no injerencia de otros países en esas actividades. A un sano nacionalismo bien entendido le molesta ser perro y no meramente cambiar de collar. Copié, seguramente no citada textualmente, esta frase de un pensador argentino que si mal no recuerdo se llamó Scalabrini Ortiz. Leeré más sobre él, dado que esta definición me atrajo sobremanera. Rechazar la ideas de todo bien y todo mal es fundamental para concentrarse en agendas concretas y temas que afectan a la gente que trabaja y se esfuerza mas allá de los fuegos artificiales de los pocos centenares de miles o menos aun que de un bando y del otro se desgastan en cruzadas y peleas.

Como decía el padre de su movimiento, “La única verdad es la realidad” y “para un argentino no hay nada mejor que otro argentino”. Si me lo permite, le tomare prestadas estas dos frases a su admirado General Perón para aplicarlas a mi querida Venezuela. Por lo que he podido leer sobre sus discursos y acciones, creo que estamos en la misma sintonía en estos temas también. En los pocos minutos que no dedico a la activa campaña que estamos desarrollando para poner a la luz el proceso que consideramos irregular en la pasada elección y al mismo tiempo prepararnos fuertemente para la competencia electoral a nivel municipal a fin de presente año, he podido ver que usted tiene varias opciones claves en su agenda.

Una seria encabezar la lista de legisladores nacionales en la inmensa Provincia de Buenos Aires, el equivalente a mi querida Miranda si no lo toma a mal, con lo cual se posicionaría como un candidato claro a ser gobernador como lo fui yo y aun, vaya desafió, competir por la Presidencia. Otra sería presentar una lista propia pero no con usted encabezando. Los asesores me dicen que eso beneficiaría al oficialismo y que podría ser a cambio de apoyarlo a usted para ser gobernador a futuro o el sucesor presidencial en el 2015. Para un político que se forjó en la competencia en la Venezolana del periodo bolivariano, y si es tal como se dice que las dinámicas de nuestro dos países se asemejan de manera creciente, de más está decirle que no creo que coalición gobernante lo vea a usted en esos futuros cargos y mucho menos con los espacios de maniobra que usted seguramente aspira por su vitalidad y pensamiento. Finalmente, le comento que próximamente veré a un gran argentino que ya es un ciudadano del mundo. Quizás el más importante. Sí, el Papa Francisco.

A el le pediré sus rezos y buenos oficios para ayudar a buscar canales de dialogo y comprensión en esta Venezuela post Chávez. En donde las tensiones y disputas dentro de la coalición gobernante parecen más virulentas y potencialmente desestabilizadoras que la tradicional y triste polarización que vive mi país desde hace más de una década.

Esperando que prontamente nos podamos conocer en mi querida Venezuela y en mi también amado estado de Miranda o en su Argentina y alcaldía de Tigre (todo un símbolo para un político), lo saludo muy atentamente.

HCR