Sin dudas todos sabemos y conocemos la necesidad de generar inversión y consumo en nuestro país a los efectos de darle dinámica a la economía para que en un mediano plazo se puedan alcanzar los niveles de crecimiento del PBI que no tenemos desde el año 2010 como consecuencia de la falta de inversión. Debemos notar que la inversión total del país entre los años 2004 y 2009 ascendía al 24%-25% anual, fogoneada por la inversión pública y desde el año 2010, cuando se retiró dicha inversión pública, la inversión total cayó al orden del 1,5% máximo —según los datos brindados por el mismísimo Instituto Nacional de Estadística y Censos antes de la salida de la administración anterior.
Como ya dijimos anteriormente, debemos generar inversiones para dinamizar la economía. Una de las formas de generar inversión es a través de la construcción y para darle dinamismo al mercado de propiedades (“mercado del ladrillo”, que siempre seduce en forma histórica a los argentinos), la compra-venta de viviendas. Para ello, la actual administración ha generado un nuevo esquema de créditos hipotecarios indexados por inflación (UVI) en el cual se requiere un 30% aproximadamente de los ingresos contra lo que se solicitó hasta el viernes 8 de abril de 2016 para acceder a él, aunque sufrirá el ajuste por inflación del Índice de Precios al Consumidor (IPC) en cada una de sus cuotas. Continuar leyendo