Todas las discusiones políticas en nuestro país hoy parten de una estimación de inflación que las distorsiona. Los empresarios quieren discutir salarios con la inflación del Indec.
Para intentar superar la “grieta” de las mediciones oficialistas u opositoras podemos recordar lo que hizo el actual ministro de Economía frente a la intervención del Indec del 2007, a partir de cambios en su metodología de medición. Kicillof comenzó a usar un IPC compuesto por los índices de 9 provincias, para poder seguir trabajando con las series de estadísticas históricas de nuestro país. Porque acá tenemos un problema que va más allá de este gobierno.
Hoy, el Indec, incluso cuando el gobierno permitió que lo audite el FMI, sigue sin tener credibilidad o peor aún escondiendo información. Es un problema grave aunque alguno se pregunte para qué sirve el Indec. Continuar leyendo