El pasado 9 de mayo se cumplieron diez años de la reglamentación de la ley 1854, de basura cero, en la ciudad de Buenos Aires, sancionada ante el inminente colapso de la solución de disposición final de los residuos en rellenos sanitarios de la provincia de Buenos Aires, sin alcanzar aún los resultados esperados.
El dato que sigue es el incumplimiento de la normativa vigente y la falta de previsión en relación con los objetivos planteados. Es decir, que todavía no se ha logrado resolver la problemática del tratamiento integral de la basura, una cuestión pendiente, pero poco atendida probablemente por la conjunción entre falta de decisión política y cultura de cuidado del ambiente basada más en un esfuerzo doméstico que en un acompañamiento por parte del Estado.
Seguramente la vertiginosidad de nuestros días nos lleva a pasar por alto un acontecimiento de estas características, que tiene que ver con el necesario control ciudadano de las responsabilidades asumidas por el Estado. Pero dicho olvido no puede ni debe justificarse, sino convertirse en un verdadero llamado de atención en relación con el papel que puede tener la comunidad para que las políticas públicas tengan mayor efectividad (es decir, satisfagan necesidades) y lleguen a buen puerto en tanto auténticas políticas de Estado. Continuar leyendo