Todo candidato quiere ganar la elección o por lo menos tener el mejor resultado posible. Lamentablemente, muchos no logran su objetivo, pese a sus cualidades personales y/o su experiencia política. Esto ocurre por varias razones:
- Por no plantearse mentalmente la elección como lo que es: una competencia entre pares.
- Por no evaluar fortalezas y debilidades propias.
- Por desconocer a sus opositores.
- Por carecer de información confiable.
- Por no saber interpretar la información disponible.
- Por carecer de un mensaje atractivo.
- Por no utilizar todas las herramientas de comunicación disponibles.
- Por utilizar incorrectamente los medios de comunicación.
- Por no disponer de una organización acorde al objetivo.
- Por carecer de una estrategia global de campaña.