Como en la canción de los Beatles, el camino hacia un mundo de libertad y justicia es largo y sinuoso. Hoy es 10 de diciembre y en el camino al trabajo me entero de que en Cuba fue detenido mi compañero Pedro Robledo. Pedro fue a la isla a participar de un congreso de Derechos Humanos y terminó detenido en un país que no respeta el debido proceso. Un país que nos enseñó, como dice Claudia Hilb en un libro reciente, “que una sociedad radicalmente igualitaria sólo podía imponerse bajo la forma de un régimen totalitario.”
Hoy es 10 de diciembre y leo en el diario que en Sudáfrica entierran a Nelson Mandela, quien luchó durante años por los derechos de millones de sus compatriotas, desprovistos de derechos por el color de su piel. Mandela ejemplifica como pocos líderes en la historia la lucha por los derechos, y para él también el camino fue largo y sinuoso; podría haber cantado, como los Beatles, “Muchas veces he estado solo/y muchas veces he llorado/como sea nunca sabrás de cuántas formas he intentado”.