Tras 10 años de gobierno, es ya claro que el kirchnerismo no supo proveer bienes públicos de calidad (seguridad, justicia etcétera), ni regular y/o proveer servicios públicos (electricidad, gas, transporte, etcétera), ni mejorar la infraestructura (FFCC, rutas, etcétera). Esto frustra a los argentinos independientemente de sus ideas políticas. Pero la frustración es aún mayor al ver que ello sucedió con el gasto público y la presión impositiva más altos de que tengamos memoria. Hoy viajamos mal en los FFCC, sufrimos cortes de energía, es imposible terminar una comunicación por celular y la calidad educativa viene en picada sólo por citar algunos ejemplos.
En el sector energético las políticas implementadas por el gobierno nacional en el sector de hidrocarburos y de la electricidad, transformaron a la Argentina en un importador neto de energía. En el 2013 importamos casi 13 mil millones de dólares en combustibles, un 38% mas que en el 2012. Tuvimos un déficit energético de 6.8 mil millones de dólares en el 2013 y tiene tendencia creciente. ¿Se puede considerar esto sostenible? Las importaciones de combustibles líquidos, gas y electricidad confirman nuestros problemas tanto de producción de hidrocarburos como de generación eléctrica. El gobierno responsabilizó a Repsol hasta que confiscó YPF pero ¿Cuál fue su rol como regulador mientras esto sucedía? Los recientes cortes de luz son otro ejemplo: el gobierno culpa a las compañías distribuidoras que sin duda comparten la responsabilidad, a pesar de la política tarifaria insostenible del gobierno. Pero ¿quién las reguló durante esta década?