¿Ayudará la enseñanza online a generar mayor acceso a la educación superior?

La educación superior se ha convertido en un paso obligado para competir en el mercado de trabajo del siglo XXI. Diversos estudios han demostrado que las personas con títulos superiores -de institutos comunitarios, programas de formación técnica o universidades tradicionales- tienen mejores salarios a lo largo de su vida, pero además gozan de una mayor movilidad social, una esperanza de vida más larga y mayores oportunidades.

A pesar de estos hallazgos, la enseñanza postsecundaria es aún escasa en las economías emergentes como en las latinoamericanas. Y en los países más desarrollados, los costos -y la consecuente deuda- se han disparado. Un informe reciente de los investigadores de Harvard Claudia Goldin y Lawrence Katz sostiene que “las ganancias asociadas a la educación superior en EEUU se han elevado de modo marcado desde 1980, sugiriendo que la oferta de formación para el trabajo no ha podido seguir el ritmo de la demanda”. Continuar leyendo

Educación 3.0

Con tantas voces hablando sobre educación, tantas instituciones como la ONU, la OCDE, la UNESCO, fundaciones, pensadores y formadores de opinión enfocándose en la reforma educativa, ¿por qué sigue siendo tan difícil mejorar la calidad y ver resultados positivos?

Las economías siguen creciendo y transformándose. Nuevas industrias surgen y otras viejas se evaporan. La necesidad de capital humano cambia casi todos los días, pero la educación no parece cambiar. El reciente libro Redesigning Education: Shaping Learning Systems Around the Globe, del Programa Global de Líderes de Educación (GELP), reflexiona de forma innovadora sobre estas cuestiones. El propio GELP es una innovación bienvenida al debate educativo, un grupo formado por líderes educativos de nueve países diferentes en los cinco continentes. Pero a diferencia de otros grupos similares, incluye inversores, empresarios y pensadores que entienden que el debate para mejorar la educación no puede estar enfocado únicamente en el funcionamiento del sistema educativo actual, sino que hay pensarlo desde una transformación más profunda. Tal vez no relacionada con cambiar instituciones públicas o políticas específicas, sino más bien abriéndolo a la incorporación de otros actores.

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